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La compañía Johnson Controls aconseja conectar la seguridad física y la virtual, monitorizar sistemas e integrar soluciones de confianza cero y de analítica mediante inteligencia artificial.
La dependencia de los edificios actuales a procesos manuales para la seguridad física provoca que estos se vuelvan más vulnerables a ciberataques capaces de comprometer su funcionalidad, integridad y datos.
"El edificio inteligente del futuro automatizará la seguridad física para mejorar la protección de los ocupantes, brindándoles tranquilidad y libertad de movimiento. Y también la ciberseguridad, que estará basada en procesos autónomos gestionados por Inteligencia Artificial", confiesan desde Johnson Controls.
La seguridad automatizada se extenderá más allá de las cuatro paredes del edificio incorporando datos externos como el clima, el tráfico, las redes sociales y transmisiones de emergencia. Un edificio inteligente equipado con IA puede entonces adaptar las condiciones interiores del edificio y notificar a los ocupantes en función de lo que sucede en el exterior.
