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Inspirado en el paisaje volcánico de Lanzarote, el resort Barceló Playa Blanca combina arquitectura y naturaleza en un diseño que resalta la identidad de la isla. Ubicado en primera línea de mar, el complejo ofrece una experiencia inmersiva con vistas al Atlántico, espacios diseñados para el confort y una apuesta por la sostenibilidad.
El resort Barceló Playa Blanca, diseñado por el estudio internacional CMV Architects, toma como referencia las formas, colores y texturas naturales de Lanzarote. La arquitectura y el paisajismo del complejo reflejan el carácter volcánico de la isla y su flora autóctona, integrando jardines que actúan como oasis de serenidad y conexión con el entorno.
Ubicado en el municipio de Yaiza, a orillas del Atlántico y frente al estrecho que separa Lanzarote de Fuerteventura, el resort ocupa una superficie de 100.000 metros cuadrados en primera línea de mar.
El proyecto busca ofrecer una experiencia de llegada que resalte la singularidad del entorno. La arquitectura se diseña para potenciar el paisaje, generando un impacto visual en el huésped desde su acceso al hotel. El lobby, concebido como un jameo interior, enmarca las vistas al océano, mientras que la piscina infinita refuerza esta conexión visual con el mar.
El diseño del resort en distintos niveles responde a una doble estrategia: crear una experiencia memorable y reducir el impacto ambiental. El lobby principal, eje central del complejo, destaca por su estructura sin pilares, un techo geométrico inspirado en la formación volcánica de la isla y una lámina de agua que se extiende hasta las piscinas exteriores y el océano.
El resort cuenta con 720 habitaciones, incluyendo una zona Premium de 132 unidades exclusivas para adultos. También dispone de habitaciones Swim-up, con acceso directo a una piscina semi-privada, integrando el confort con la naturaleza. La distribución en tres bloques habitacionales, conectados al lobby, optimiza la circulación y privacidad. Cada bloque incorpora un patio verde central, aportando luz natural y ventilación.
El hotel alberga una piscina infinita de 180 metros, junto a otra piscina climatizada con efecto infinity en la zona Premium. Su oferta gastronómica incluye dos restaurantes buffet, dos restaurantes a la carta especializados en cocina mexicana y asiática, un Sports Bar, un Lobby Bar y tres Pool Clubs.
En el ámbito del bienestar, dispone de un Wellness Center con zona de aguas, gimnasio y un centro deportivo con pistas de pádel y voleibol. Para las familias, el resort cuenta con un kids club, piscina infantil y un barco pirata con juegos acuáticos.
El complejo incluye un centro de convenciones con capacidad para 800 personas, articulado en torno a un anfiteatro excavado en lava volcánica. Este espacio cubierto, diseñado para albergar conferencias, espectáculos y eventos, cuenta con salas polivalentes equipadas con tecnología de última generación.
El resort ha sido construido bajo estrictos criterios de eficiencia energética, incorporando geotermia, aislamiento térmico, iluminación LED y climatización eficiente. Además, integra un sistema de gestión inteligente, BMS, que optimiza el consumo energético, prolonga la vida útil de las instalaciones y mejora el confort de los huéspedes.