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Los acabados SATE han experimentado un notable crecimiento en términos de variedad y calidad, lo que facilita tanto a arquitectos como a propietarios encontrar la solución estética óptima para las fachadas, tanto en obra nueva como en rehabilitación de edificios antiguos.
La Fresneda, la urbanización más grande del principado de Asturias, es uno de los muchos complejos urbanísticos que han apostado por realizar obras nuevas con el sistema SATE Beissier Therm E (EPS), y en este caso se hace una mención especial a una de ellas, que cuenta con un acabado fresado muy llamativo.
La técnica del fresado genera divisiones en la superficie de la fachada y crea unas juntas de sombra que le confieren mucha profundidad a la misma. En ocasiones busca imitar la apariencia de bloques de piedra natural o grandes sillares.
En esta ocasión, el fresado ha sido utilizado para conseguir un acabado de fachada fino y elegante, pero se trata de una técnica que en una amplia variedad de proyectos, desde residenciales hasta comerciales, busca lograr un aspecto rústico o tradicional, sin comprometer las propiedades térmicas y estructurales del edificio.
Y es que a día de hoy, se ha abierto un amplio abanico de posibilidades de diseño arquitectónico que se convierten en el maridaje perfecto para un SATE. Acabados con diseños innovadores y modernos aunados a las ventajas diferenciales que proporcionan estos sistemas: protección, durabilidad y mejora en la eficiencia energética de los edificios.
En el marco urbanístico nacional, son cada vez más las fachadas rehabilitadas y de nueva construcción ejecutadas con los sistemas SATE Beissier Therm. Hablamos de 4 sistemas que cuentan con certificados ETE y que han hecho de Beissier una empresa con más de 30 años de experiencia en la rehabilitación de fachadas y más de 2.000 obras realizadas en el mercado nacional.
