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Tras el fuerte impacto de las últimas olas de calor, Levantina Group ha aumentado la introducción en distintos espacios urbanos de su pavimento de piedra natural Pavex, un material capaz de reducir el efecto isla de calor o aumento de temperaturas que generan los suelos en la ciudad al retener el calor diurno y expulsarlo por la noche.
Este pavimento, producido con mármol extraído de las canteras que la compañía opera en distintos puntos de España, aprovecha las propiedades de esta piedra natural entre las que destaca su alto Índice de Reflectancia Solar, SRI. “Esta característica permite reducir significativamente la absorción de calor respecto al uso de materiales como el hormigón, evitando el incremento de temperaturas en espacios como plazas, paseos y avenidas peatonales”, explican desde la empresa.
Además, a estas propiedades se suman otros atributos físicos como su durabilidad en el uso exterior y un valor estético mayor, que ayuda a mejorar la imagen del espacio público y se adapta a entornos de todo tipo gracias al uso de mármoles de distintas tonalidades.
Hasta el momento, más de 40 municipios españoles han integrado este pavimento en distintas intervenciones urbanas, incluyendo grandes ciudades como Valencia, Alicante, Málaga o Zaragoza. Varios de estos proyectos se han desarrollado en espacios de especial interés histórico y cultural, como el entorno del Templo Romano y el Ayuntamiento de Córdoba, los accesos a la Ermita de Joaquín en Ademuz, la entrada al Parador del Real Monasterio de Santa María de Veruela o el patio de armas del Palacio Condal de Cocentaina.
“Las intervenciones urbanas con Pavex cada vez son más demandas en poblaciones donde las altas temperaturas son muy comunes en verano, tanto para espacios de reciente creación como para renovar entornos que requieren actuaciones muy específicas y con unos criterios estéticos elevados”, explica Miguel Couto, sales manager director Stone Projects en Levantina Group. “Hasta el momento, el hormigón, en sus diferentes variantes, ha sido la opción omnipresente en las ciudades mediterráneas pese a su contribución al efecto isla de calor. Por suerte, la sensibilidad hacia el cambio climático de las administraciones públicas está cambiando y la piedra natural se va posicionando como la mejor alternativa para ayudar a reducir las altas temperaturas urbanas”, afirma el directivo.