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La versatilidad del ladrillo y su capacidad para dar respuesta a las más variadas necesidades de diseño y prestacionales ha vuelto a quedar patente una vez más. Una sencilla y humilde edificación construida con ladrillo en la barriada de favelas de Aglomerado da Serra, localizada en el municipio de Belo Horizonte, al sureste de Brasil, ha conseguido el prestigioso galardón “Building of the year” (edificio del año) Arch Daily.
El mérito es aún mayor sabiendo que, en sus quince categorías, se han presentado en la última edición más de 4.500 edificios. El jurado destaca el carácter democrático y abierto de este certamen en el que “desde lo residencial hasta lo público, cada categoría muestra lo mejor en innovación, sostenibilidad y funcionalidad. Estos edificios han tenido un impacto significativo en el entorno construido y merecen un reconocimiento por su excelencia”.
Con los finalistas elegidos por los lectores, el Jurado tuvo también la difícil tarea de elegir a los ganadores. El Premio en la categoría de “Vivienda” ha sido para una casa construida a base de ladrillo, “Casa no Pomar do Cafezal”.
Su propietario, el artista Kdu Dos Anjos, que se refiere afectuosamente a su vivienda como como “mi choza” (meu barraco), se llena de orgullo al hablar de la victoria de su humilde casa en este certamen internacional. “Este premio representa mucho para las comunidades periféricas brasileñas. Normalmente los medios de comunicación vienen aquí a informar sobre violencia urbana, tráfico, muertes y chabolas que se caen, esta vez ha sido diferente, desde todos los países se está hablando sobre una chabola que se construyó y llegó a la cima del mundo”, nos explica satisfecho.
La edificación, de 66 metros cuadrados, fue diseñada por Coletivo Levante, un joven equipo de arquitectos, ingenieros y estudiantes liderado por los arquitectos Fernando Maculan y Joana Magalhães, que persiguen la realización de sus proyectos vinculando la calidad arquitectónica a la periferia de las favelas.
“La casa se construyó sobre un solar angular en donde se pudieron encajar dos módulos estructurales de 3×3m, en dos niveles, flanqueados por un ‘tirón’ apoyado en el lindero. Desde la distancia, no se puede ver ningún contraste en medio de la amalgama de aparentes edificios de ladrillo cerámico en el Aglomerado da Serra”, detallan en su proyecto.
Y es este camuflaje con su entorno el que motivó la elección de los bloques de ladrillo cerámico, en este caso visto, para que la casa se adapte perfectamente y destaque solo por su diseño y las prestaciones de eficiencia y confort que la diferencian de las viviendas de sus vecinos.
“Hay varios detalles que la hacen diferente, el ladrillo visto y tumbado es uno de los principales encantos, también tiene ventilación cruzada que aumenta el confort térmico, todo el hormigón es visto, la parte eléctrica es exterior, con acero galvanizado, el suelo es de cemento rojo quemado, tiene una cubierta llena de plantas y un percolado de eucaliptos...”, relata minuciosamente Kdu Dos Anjos.
Los arquitectos destacan que una de las peculiaridades del proyecto ha sido la disposición de su principal material, el bloque de ladrillo acostado horizontalmente, en filas intercaladas, para aportar un mayor aislamiento y solidez a la construcción. Esta innovación, además de ser estéticamente agradable, aumenta el grosor de la pared creando una buena inercia térmica.
“El clásico bloque de 8 hoyos, es el que determina la materialidad de la casa, tendido en horizontal y dejando ver su cara de canutillos. Algo muy inusual en la colina, ya que colocar el bloque en posición vertical es más rápido y hace que el material rinda más”, explica Fernando Maculan, uno de los arquitectos responsable del diseño de la obra premiada.
Con la colocación horizontal, el ancho del muro corresponde a la mayor dimensión del bloque. Además, el equipo de diseño exploró todas las posibilidades de este elemento modular que, en algunos momentos, aparece combinado con bloques de hormigón por una necesidad estructural. El material cerámico también facilita la instalación de un “cobogó”, una técnica arquitectónica decorativa procedente del norte de Brasil, que consiste en crear elementos huecos y ornamentales sobre ladrillo en paredes separadoras, tanto en interiores como en exteriores, para no renunciar a la luz natural y la ventilación.
“El ladrillo visto y tumbado es uno de los principales encantos de mi casa, que además de ser estéticamente agradable, es una apuesta por la eficiencia energética y el confort térmico algo que, en un país como Brasil, es fundamental”, manifiesta el propietario de la vivienda. “Es un material que se utiliza habitualmente en los suburbios. Nuestro diferencial fue que, tras la instalación del material cerámico, en lugar de enlucir la pared optamos por aplicar un barniz.Lo más interesante es que mi casa se camufla en el paisaje. Incluso con toda la repercusión que ha tenido, no es una edificación que destaque entre las demás”, afirma Dos Anjos.
El resultado es una obra de factura personal y con un acabado en su envolvente que da sentido a su diseño y funcionalidad.
En España, la distinción no ha pasado desapercibida. Desde Hispalyt y el Gremi de Rajolers de la Comunitat Valenciana, promotores de la campaña “Paredes de Ladrillo, soluciones que cumplen”, han querido destacar la idoneidad de las soluciones constructivas con ladrillo y bloque cerámico por su versatilidad y sus prestaciones de eficiencia y ahorro energético. “Estamos acostumbrados a que este tipo de certámenes distingan a grandes proyectos arquitectónicos con un componente visual muy importante. Pero, al margen de su diseño y estética, esta distinción reivindica la capacidad de las soluciones de fachadas y paredes separadoras de ladrillo y bloque cerámico para reducir el consumo energético e incrementar el confort y la seguridad en cualquier proyecto constructivo”, declara el presidente del Gremi, Francisco Morant.
El equipo de Coletivo Levante también ha estado nominado en este certamen internacional por su proyecto, “Centro Cultural Lá da Favelinha”, construido en la misma barriada de favelas en la que reside dos Anjos y del que el propio artista es fundador y coordinador.
Además de la distinción como edificio del año, Casa do Pomal ha recibido una mención honorífica en los XXI Premios de Arquitectura del IAB MG cuyo jurado también ha destacado que “representa un modelo constructivo que utiliza materiales propios de la periferia, con una adecuada implantación y atención a la iluminación y ventilación, resultando un espacio con gran calidad ambiental”.
FICHA TÉCNICA