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Se espera un aumento de mercado del 4,6% para el 2023 acorde al IDC Tracker. Además, según el estudio The Digital Home 2022 de EY Decoding, el 21% de las viviendas de España serán inteligentes para 2025.
Anovo afirma que “poder automatizar y controlar las viviendas de manera inteligente y remota, es una opción muy útil para poder tener las funciones básicas del hogar a golpe de clic”. Funciones como, por ejemplo, aumentar la temperatura de una habitación en concreto o encender la calefacción momentos antes de llegar a casa sin desperdiciar horas de calefacción con la vivienda vacía. Realizar estos gestos cotidianos de manera remota puede significar hasta un ahorro del 40% en la factura de la luz y el gas.
Sin embargo, la domótica no es solo útil para el ahorro, sino que también sirve para facilitar el día a día a personas dependientes, controlando de forma automática lo que muchas personas no pueden hacer de forma manual.
Si el inquilino está fuera de casa más tiempo del previsto podrá apagar la calefacción o, por el contrario, encenderla justo antes de llegar. Además de controlarla fuera de casa, también podrá hacerse desde dentro, cambiando de forma cómoda y rápida la temperatura.
Existen sensores que se colocan en puertas y ventanas para detectar si se quedan abiertas ya que al tener la calefacción encendida no conviene que se escape el calor. Estos detectores mandan un aviso directo al móvil, lo que permite solucionarlo al momento.
Otra medida de ahorro de la domótica es regular la temperatura según el lugar de la vivienda en el que se pase más tiempo. Esto permite hacer un control de calefacción por horas y estancias, y así no desperdiciar el calor en habitaciones vacías.
Además, existe la posibilidad de repartir sensores de temperatura por diferentes estancias, y saber así en tiempo real la temperatura de toda la casa. Con estos datos, se puede regular la calefacción en todo momento y así solo gastar la energía que se aprovecha.
Se puede planificar la temperatura. Por ejemplo, una temperatura alta al despertarse, más fresca en las horas centrales del día y alta de nuevo durante la noche. Así, la calefacción estaría dividida en tres tramos y la casa quedaría en una temperatura óptima durante todo el día.