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Rekker presenta una cocina abierta en negro y madera, donde las colecciones Roka y Rekto se convierten en las grandes protagonistas. El espacio se divide en dos zonas diferenciadas. Una abierta al comedor que permite observar el jardín y la otra destinada al almacenamiento de alimentos y quehaceres diarios.
Esta pieza cobra gran protagonismo en esta cocina, ya que es tan funcional como decorativa. Es una parte central de la estancia que acoge una placa de cocción invisible, zona de almacenaje, una amplia superficie de trabajo y una barra para desayunos y comidas ágiles.
Los cajones en madera de roble con acabado artesanal sirven para optimizar el espacio con bandejas para cubiertos, especieros, paneles para separar la vajilla, etc. La combinación entre negro y la madera natural son un binomio perfecto de sobriedad y sofisticación.
El fregadero y la encimera se fusionan en un solo elemento. Cocinar sobre la encimera es cada vez más habitual, por ello Rekker ha planteado dos zonas de cocción. La primera se encuentra en la isla, el sistema de inducción está integrado en la encimera y prácticamente invisible. La segunda, son tres quemadores a gas de gran potencia sobre la encimera que otorgan homogeneidad y una apariencia única en una cocina doméstica.
El desayunador está hecho con madera de roble con dos puertas que se ocultan lateralmente. No solo sirve para comenzar el día, también consiste en una columna con superficie para trabajar y almacenar, y además, cuenta con enchufes para el pequeño electrodoméstico, iluminación propia y dispensadores de café.
Dos puertas ocultan la despensa, lo que consigue facilitar el almacenaje, pudiendo despejar la encimera de trabajo y dejando más espacio en los cajones y muebles para los elementos que se utilizan cotidianamente.
Además, Rekker dispone de muebles esquineros que se caracterizan por el aprovechamiento máximo del espacio en rincones de difícil acceso. Éste cuenta con cuatro bandejas totalmente extraíbles y un sistema de apertura y cierre amortiguado.
Rekker se reafirma en que “la cocina es una estancia llena de energía, aroma y textura cuya personalización debe tener un alto componente emocional que defina nuestra personalidad y estilo de vida. Porque tu hogar empieza en la cocina”.