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Un análisis elaborado por la tasadora CoHispania estima que una vivienda convencional en España requiere, de media, alrededor de 100 kWh/m² al año para cubrir las necesidades de climatización, frío/calor. En cambio, una vivienda certificada bajo el estándar Passivhaus en la misma localización no puede superar los 15 kWh/m² al año, gracias a sus prestaciones de aislamiento térmico, orientación optimizada y hermeticidad, e incluso puede registrar valores inferiores.
Según Eduardo Serra, presidente de CoHispania, una vivienda tradicional de 120 m² genera un gasto energético anual estimado en 2.400 euros, mientras que un inmueble de igual superficie con certificación Passivhaus apenas alcanzaría 360 euros al año, lo que representa un ahorro mínimo de 2.040 euros anuales.
Durante la última Conferencia Española Passivhaus se presentaron varios estudios de monitorización energética que confirman estos datos. En Zamora, una vivienda unifamiliar certificada de 155 m² logró, en seis años, un ahorro acumulado equivalente al 10,5% del coste total de construcción, con una media mensual de 320 euros de ahorro en la factura energética.
Otro caso en Pinseque, Zaragoza, muestra que una vivienda unifamiliar de 192 m² registró un coste total por todos los consumos energéticos, climatización, agua caliente, electrodomésticos, iluminación, etc., de tan solo 80,32 euros anuales.
En el ámbito de la vivienda colectiva, el Residencial Solano en Valdemoro, Madrid, compuesto por 166 viviendas en alquiler, muestra también resultados destacables. Los residentes, en viviendas de unos 100 m², pagan facturas energéticas inferiores a 40 euros al mes, incluyendo todos los servicios, calefacción, refrigeración, agua caliente, etc., de los cuales una parte importante corresponde a términos fijos e impuestos.
Algunas viviendas Passivhaus integran además sistemas de generación renovable, lo que les permite alcanzar certificaciones Plus o Premium, en función de su nivel de producción energética. Es el caso de Villa Susana, una vivienda unifamiliar Passivhaus Premium de 222 m² ubicada en Mijas, Málaga, que ha registrado facturas mensuales medias de 30 euros, con mínimos de 1 euro/mes, en una zona donde el coste medio en verano alcanza los 500-600 euros mensuales. La autogeneración, sumada a un bajo consumo, permite incluso la venta de excedente a la red eléctrica, lo que contribuye a compensar costes en periodos con menor producción solar.
Los datos contrastados refuerzan la idea de que una vivienda Passivhaus no solo representa una opción ambientalmente responsable, sino también una inversión rentable en términos económicos, al reducir de forma significativa la dependencia energética. Como destaca Arturo Andrés, presidente de la Plataforma de Edificación Passivhaus, PEP, más allá del ahorro económico, los usuarios valoran especialmente el confort térmico, acústico y la calidad del aire interior, elementos fundamentales del estándar Passivhaus.