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El Clúster de la Edificación ha dado un paso relevante hacia la homogeneización de criterios en la medición de superficies construidas, una cuestión clave para la transparencia y eficiencia del mercado de la vivienda. Su Grupo de Trabajo de Cómputo de Superficies Construidas ha publicado un manual técnico que propone una metodología clara y estandarizada para clasificar y comunicar las superficies en proyectos de residencial plurifamiliar libre.
El Grupo de Trabajo de Cómputo de Superficies Construidas del Clúster de la Edificación ha publicado un documento técnico que busca aportar claridad y coherencia a la medición de superficies en proyectos residenciales. La iniciativa responde a una problemática ampliamente reconocida en el sector: la falta de criterios homogéneos para computar la superficie construida de una vivienda, lo que dificulta la comparación de datos, la toma de decisiones y la transparencia en el mercado.
Bajo el título “Recomendaciones para el cómputo de m² en uso residencial plurifamiliar libre”, el manual propone una metodología estandarizada para clasificar, nombrar y medir las distintas superficies de un edificio. El sistema abarca desde la superficie construida interior de cada unidad hasta la repercusión de zonas comunes y los espacios exteriores privativos, ofreciendo un marco aplicable tanto en contextos técnicos como comerciales.
El documento establece definiciones precisas y sistemáticas que permiten unificar criterios entre promotores, arquitectos, técnicos, tasadores y comercializadores, facilitando así una lectura común de los datos. También incluye directrices para la representación gráfica en planos comerciales, una propuesta de comunicación estandarizada con el Registro de la Propiedad y recomendaciones sobre la presentación de superficies al comprador.
“La falta de un criterio común ha sido durante años un obstáculo para la transparencia en el mercado de la vivienda. Con este documento buscamos sentar unas bases compartidas que permitan comparar datos, tomar decisiones coherentes y, sobre todo, generar confianza en el usuario final”, explica Gonzalo Echarri, coordinador del grupo de trabajo y director de Arquitectura en Ortiz León.
La propuesta toma como referencia la superficie construida inscrita en el Registro de la Propiedad, normalmente incluyendo zonas comunes, y plantea un sistema de desglose trazable y coherente para su aplicación práctica.
“Nuestro objetivo no ha sido crear una nueva normativa, sino ofrecer una herramienta útil, práctica y aplicable en el día a día para todos los agentes que intervienen en el ciclo de vida de una promoción”, añade Echarri.
El manual ha sido desarrollado de forma colaborativa por las empresas integrantes del grupo: Binarq, Culmia, Neinor Homes, Kronos Homes, Ortiz y León y Sociedad de Tasación. Ya está disponible para consulta y descarga pública en la web del Clúster de la Edificación, como parte de su compromiso con la mejora de los estándares técnicos y comerciales en el sector residencial.
