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El paisajismo de alta gama se consolida como un valor estratégico en el mercado inmobiliario, capaz de incrementar hasta un 20% el valor de una propiedad. Bajo esta premisa, el estudio Fernando Pozuelo Unique Landscapes expone las claves de un enfoque que combina personalización, funcionalidad, arte y sostenibilidad, con proyectos que transforman el jardín en una inversión en bienestar y patrimonio.
Según diversos estudios del sector inmobiliario, un diseño de jardín o terraza bien ejecutado puede incrementar hasta en un 20% el valor de una propiedad. En este contexto, el estudio Fernando Pozuelo Unique Landscapes presenta las principales claves del paisajismo de alta gama, una disciplina que, más allá de la estética, integra funcionalidad, valor patrimonial y bienestar.
Con más de veinte años de trayectoria, el despacho impulsa una visión conocida como paisajismo humanista, centrada en la creación de entornos personalizados que responden al estilo de vida del cliente y que combinan naturaleza, arte y arquitectura.
La fase inicial de cada proyecto se basa en un análisis exhaustivo del cliente: preferencias, hábitos y expectativas del espacio exterior. En algunos casos, se trata de usuarios que buscan orden y armonía; en otros, de perfiles interesados en propuestas más disruptivas o incluso en la creación de espacios con libertad artística total. Este enfoque permite adaptar el jardín a cada caso, desde una perspectiva funcional y expresiva.
Más allá del diseño, la funcionalidad se presenta como un valor fundamental. Según datos de la American Society of Landscape Architects, Asla, los espacios verdes bien planificados pueden reducir el estrés hasta en un 25% y aumentar significativamente la sensación de bienestar. Áreas de descanso, cocinas al aire libre, zonas deportivas, espacios infantiles o lugares para el teletrabajo son cada vez más demandados. Algunos proyectos incluso integran circuitos de golf, pistas de pádel o oficinas al aire libre, adaptándose a las nuevas formas de habitar y trabajar.
La incorporación de paisajismo de calidad no solo mejora el uso del espacio, sino que revaloriza el inmueble como activo. En el segmento residencial de alta gama, contar con un jardín diseñado profesionalmente puede ser un factor decisivo de compra. Según el estudio, transformar un terreno sin definir en un espacio ajardinado estructurado puede convertir una inversión de riesgo en una operación de alta rentabilidad.
Un jardín de lujo debe integrarse con su contexto arquitectónico y ambiental. En proyectos residenciales, corporativos o de hostelería, el diseño paisajístico actúa como transición entre lo construido y lo natural, reforzando la identidad del lugar. Además, su impacto va más allá de lo visual: estudios en neurociencia vinculan los entornos verdes con mejoras en la concentración, reducción de la ansiedad y mayor satisfacción general, tanto en viviendas como en espacios de trabajo.
En este tipo de proyectos, la exclusividad es un elemento clave. La personalización se traduce en jardines únicos, con identidad propia, que incorporan elementos como esculturas, pérgolas a medida, fuentes o piezas artesanales, pensadas para ofrecer una experiencia sensorial singular. El objetivo no es solo crear un entorno agradable, sino generar un espacio que transmita emociones y represente al usuario.
Una de las apuestas más innovadoras del estudio es la concepción escultórica del jardín. Cada intervención es entendida como una composición tridimensional, en la que los volúmenes, materiales y texturas crean un recorrido visual y espacial. Desde estructuras arquitectónicas ligeras como cenadores o gazebos, hasta el uso de vegetación con valor escultórico, el diseño busca provocar una reacción emocional y estética en quien lo habita.