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Un año después del incendio que arrasó un complejo residencial en Valencia, un informe de Hispalyt e Ipsos pone de relieve la importancia de los materiales en la protección contra incendios. Según el estudio, la mayoría de los ciudadanos considera necesario endurecer la normativa de seguridad y está dispuesta a invertir en materiales más seguros.
Un año después del incendio que devastó un complejo residencial en el barrio de Campanar, en Valencia, la Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida, Hispalyt, ha presentado el ‘Informe de la calidad de la vivienda en España 2025’, elaborado junto con la consultora Ipsos. El estudio incluye un capítulo dedicado a este suceso, con el objetivo de concienciar sobre la importancia de los materiales de construcción en la seguridad contra incendios.
Según el informe, el 73% de los encuestados reconoce que la estructura del edificio estaba compuesta por distintos materiales, pero destaca que las únicas paredes que resistieron el fuego fueron las de ladrillo cerámico. De manera similar, el 73% también identifica que las paredes interiores destruidas en el incendio eran de placa de yeso laminado.
La mayoría de los ciudadanos reclama un endurecimiento de la normativa de protección contra incendios: el 90% de los encuestados considera necesario aumentar las exigencias sobre los materiales de fachadas y paredes interiores, y el 86% estaría dispuesto a asumir una mayor inversión en materiales más seguros.
El edificio de Campanar, construido entre 2005 y 2009, contaba con una fachada que hoy no estaría permitida debido a los cambios normativos implementados en 2006, tras el incendio de la Torre Windsor en Madrid. Sin embargo, el 40% de los encuestados cree erróneamente que la fachada aún cumple la normativa actual.
En contraste, las paredes interiores destruidas en el incendio siguen cumpliendo la legislación vigente, dado que los requisitos de resistencia al fuego para particiones interiores no han cambiado en más de 25 años. “Es urgente una normativa más estricta para garantizar la seguridad en caso de incendio”, subraya Elena Santiago, secretaria general de Hispalyt.
Los productos cerámicos, como el ladrillo, son no combustibles y crean una barrera eficaz contra el fuego. De hecho, la comunidad de propietarios del edificio de Campanar, asesorada por el estudio de arquitectura Arqueha, ha optado por una fachada de material cerámico en la reconstrucción del inmueble.
Según el informe, el 90% de los encuestados considera que el ladrillo ofrece una protección adecuada frente al fuego, mientras que el 27% suspende la resistencia de la placa de yeso laminado. En cuanto a los materiales de fachada, el 48% señala la piedra y el ladrillo cara vista como las opciones más seguras.
El informe revela que solo el 60% de la población es consciente de que en España se producen más de 50 incendios domésticos al día, según datos de la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos y la Fundación Mapfre.
Además, el 87% reconoce que la mayoría de estos incendios se originan en el interior de las viviendas, y el 84% está familiarizado con el protocolo de seguridad en caso de fuego, que recomienda refugiarse en una habitación con salida al exterior y acceso a agua. Sin embargo, Hispalyt advierte que esta medida solo es efectiva si las paredes interiores son resistentes al fuego, algo que no ocurrió en el incendio de Campanar.
La preferencia por el ladrillo como material constructivo es clara: más del 60% de los encuestados lo elige para su vivienda ideal, porcentaje que aumenta al 74% cuando se trata de reformar una vivienda. No obstante, la normativa vigente sigue permitiendo el uso de materiales menos resistentes al fuego.
"Los promotores y constructores deben ser conscientes de que el uso de materiales cerámicos no solo aumenta la seguridad, sino que también mejora el valor percibido de las promociones inmobiliarias", concluye Elena Santiago.