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El sector de la construcción ha cambiado drásticamente en los últimos años, sobre todo en la era post pandemia. Con el aumento de los costes de las materias primas, la falta de personal cualificado y la creciente presión para cumplir con los plazos y presupuestos, las empresas constructoras se han visto obligadas a adoptar soluciones tecnológicas que optimicen sus operaciones.
Es en este punto donde entran en juego los sistemas ERP para constructoras que operan sobre la metodología BIM (Building Information Modeling), como los basados en el ecosistema Microsoft Dynamics 365 Business Central, que centraliza toda la información en un modelo de información digital creado por todos sus agentes. Ahora bien, ¿cómo pueden transformar la gestión de proyectos de construcción? Eso es lo que trataremos de responder a lo largo de este artículo.
Control total sobre el ciclo de vida de las obras
Uno de los mayores beneficios de un sistema ERP para la construcción es su capacidad para gestionar todo el ciclo de vida de un proyecto, desde la fase inicial de presupuestación hasta la entrega final. Tener un control centralizado sobre cada fase permite a los responsables de proyectos obtener una visión clara y en tiempo real de cómo se está desarrollando cada obra: planificación, certificaciones de avance de obra, mediciones, etcétera.
Esto también ayuda a predecir y mitigar posibles desviaciones en tiempo y costes. Gracias a los informes en tiempo real, los jefes de obra pueden detectar problemas antes de que se conviertan en grandes obstáculos para que los proyectos se mantengan dentro de los plazos establecidos.
La fluctuación de los precios de los materiales, la gestión de subcontratistas y los imprevistos en el desarrollo de las obras pueden hacer que los presupuestos se descontrolen rápidamente. Con un ERP especializado, se pueden establecer presupuestos detallados y hacer un seguimiento continuo de los gastos conforme avanzan las obras.
Este tipo de sistemas permiten analizar las desviaciones entre los costes planificados y los reales. De esta forma, las empresas pueden reaccionar rápidamente a cualquier incremento de costes para, posteriormente, ajustar los procesos o negociar precios con proveedores y subcontratistas.
Las ventajas de un ERP también se trasladan a la planificación de las tareas y la asignación de recursos. Los empleados, ya sean operarios o supervisores, pueden registrar sus horas de trabajo y la imputación de materiales directamente a través de aplicaciones móviles para que toda la información esté actualizada y sea precisa.
Del mismo modo, estos sistemas ayudan a realizar un mantenimiento preventivo y predictivo de la maquinaria, minimizando el riesgo de averías, por ejemplo, en obras grandes, donde el uso constante de maquinaria pesada puede llevar a fallos si no se realiza un seguimiento adecuado, además del tiempo de inactividad de los equipos.
Un buen ERP también incluye funcionalidades para optimizar la gestión financiera de la empresa. Mediante herramientas que permiten llevar un control preciso de los flujos de caja, la facturación electrónica y las transferencias de pagos, las constructoras pueden agilizar enormemente sus procesos administrativos.
La integración de sistemas contables y financieros permite realizar un seguimiento del ciclo de vida financiero de un proyecto, desde la emisión de las facturas hasta el cobro de las certificaciones de obra. El hecho de que estas operaciones se realicen usando estándares como el de Microsoft reduce, asimismo, el riesgo de incompatibilidades en un sector donde la adopción de nuevas tecnologías no es tan común.
Además de mejorar los procesos internos, la digitalización del sector de la construcción facilita la colaboración entre equipos de trabajo. Los sistemas ERP permiten que todos los involucrados en el proyecto, desde los arquitectos hasta los operarios, trabajen sobre una misma plataforma, compartiendo información y actualizaciones en tiempo real.
Las aplicaciones móviles asociadas a un ERP permiten que los supervisores de obra y otros responsables tengan acceso a toda la información desde cualquier lugar. Ya no es necesario estar físicamente para verificar el estado de los avances o revisar la imputación de gastos. Con un sistema ERP, todo el equipo puede consultar y actualizar datos desde cualquier dispositivo, mejorando la eficiencia operativa y reduciendo los tiempos de respuesta.
