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La creciente demanda de viviendas sostenibles está transformando el mercado inmobiliario español. Según un estudio reciente, la sostenibilidad ya es un factor clave para el 60% de los compradores de vivienda. Además, se estima un aumento del 30% en la demanda de este tipo de inmuebles durante 2024, impulsado por una mayor conciencia ambiental y la necesidad de cumplir con criterios de eficiencia energética.
Este cambio responde, entre otras razones, al marco regulador europeo. La Directiva de Eficiencia Energética de Edificación de la Unión Europea exige que, para 2030, todos los edificios que salgan al mercado alcancen al menos la calificación energética E. Sin embargo, actualmente, el 70% del parque de viviendas en España requiere reformas o rehabilitaciones para cumplir con este estándar.
Rafael Santana, director de K&N Elite Madrid, señala que esta evolución en el sector representa un desafío y una oportunidad: “Con el aumento de la demanda, la implementación de nuevas tecnologías y las ayudas gubernamentales, España está bien posicionada para liderar la construcción de viviendas respetuosas con el medio ambiente. Esto no solo beneficia al medio ambiente, sino también a la calidad de vida de los ciudadanos”.
Además, Santana destaca el impulso del Plan de Recuperación del Gobierno, que ha aprobado más de 197.000 actuaciones de rehabilitación sostenible hasta abril de 2024, con una inversión significativa para mejorar la eficiencia energética de los edificios.
El diseño pasivo y el uso de materiales ecológicos están entre las estrategias más relevantes para alcanzar la sostenibilidad en la construcción.
Diseño pasivo: Las viviendas sostenibles aprovechan la energía natural del entorno, minimizando el uso de sistemas mecánicos de calefacción y refrigeración. Este diseño incluye elementos como orientación estratégica, ventilación cruzada y sombreado natural, que maximizan la eficiencia energética.
Materiales sostenibles: El uso de madera certificada, bloques de tierra comprimida y aislamiento de fibra de celulosa no solo reduce la huella de carbono, sino que también mejora las propiedades térmicas y acústicas de las viviendas.
Ana Palencia, directora de sostenibilidad de Unilever España, resalta el impacto positivo de estas iniciativas: “La sostenibilidad no solo reduce el impacto ambiental, también mejora el confort y la calidad de vida de los usuarios. Estas soluciones transforman nuestras viviendas y ciudades en espacios más habitables y respetuosos con el planeta”.
La arquitectura sostenible abarca innovaciones como el diseño biofílico, que conecta a los habitantes con la naturaleza a través de plantas y luz natural; la rehabilitación de edificios antiguos para reducir residuos; y la construcción modular, eficiente en recursos y tiempo. También destacan los modelos de vivienda colaborativa y el uso de tecnologías avanzadas, como la impresión 3D y la inteligencia artificial, que optimizan los procesos constructivos y la gestión de recursos.
Invertir en viviendas sostenibles no solo reduce el impacto ambiental. También supone ahorros significativos en costes de energía y aumenta el valor de las propiedades. Además, fomenta la economía local al priorizar materiales autóctonos, impulsando la sostenibilidad desde la raíz.