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La estación Roma Termini ha llevado a cabo una reinvención completa de la mano de L35 Architects que la sitúa como el mayor hub intermodal de Italia. Este emblemático edificio combina la arquitectura de entreguerras con la arquitectura moderna de los años 50 que ha definido su volumetría.
La renovación no se ha limitado a una simple modernización sino que ha reconectado este coloso con la ciudad y redefinido su imagen, reorganizando los espacios y servicios para adaptarlos a las necesidades del siglo XXI. Con un enfoque holístico, el proyecto ha reconfigurado las áreas comerciales, los servicios ferroviarios y los flujos de circulación, optimizando la experiencia de los usuarios y dejando como protagonista la recuperación y revalorización de las preexistencias arquitectónicas. Además, se potenció la claridad de los recorridos, estableciendo conexiones visuales más fluidas entre los niveles, mejorando tanto la orientación de los usuarios como la funcionalidad.
“Las estaciones se están reinventando, pasando de ser lugares de paso a lugares de vida. Poco a poco, se están convirtiendo en espacios donde las personas pueden también trabajar, hacer compras, disfrutar del ocio y encontrarse. El reto de este proyecto ha sido acompañar esta evolución, manteniendo un equilibrio respetuoso con su valioso legado histórico”, explica Caterina Memeo, Arquitecta Socia en L35 Architects.
La ubicación privilegiada de la estación, su arquitectura icónica, el gran centro de transporte que representa y la gran afluencia de usuarios se han visto empeñadas durante mucho tiempo por la falta de organización del espacio. Este diagnóstico de las condiciones de partida del proyecto, fruto de un análisis en profundidad de cómo funcionaba la estación en ese momento, permitió a L35 identificar las áreas de intervención y convertirla en el mayor hub intermodal de Italia.
Uno de los puntos clave de esta intervención fue la liberación de las visuales hacia las Murallas Servianas desde el gran vestíbulo. Esta estructura, obra de los arquitectos Eugenio Montuori, Leo Calini y Annibale Vitellozzi, enmarcaba con una gran vidriera un tramo de las Murallas Servianas, la muralla más antigua de Roma.
Con una forma atrevida que rápidamente fue apodada como “el Dinosaurio”, las geometrías curvas del edificio se diseñaron originalmente para seguir los perfiles del agger serviano, que se encuentra justo al lado de la estación. Sin embargo, con el tiempo, la expansión comercial había ocultado este tesoro histórico. La reconfiguración de las áreas comerciales permitió retirar la tienda que obstruía la vista desde el atrio, devolviendo a los usuarios la conexión visual con las Murallas Servianas.
En el Fórum (la planta inferior), que también alberga partes de las murallas, se ha desarrollado un proyecto específico que utiliza pavimentos y falsos techos para realzar la continuidad visual de la muralla, complementado con una iluminación arquitectónica diseñada para destacar los restos arqueológicos conservados y distribuidos a lo largo de la estación.
L35 Architects reorganizó las diferentes áreas comerciales y espacios destinados a los servicios ferroviarios y los volúmenes con formas puras y dinámicas, claramente diferenciadas del contenedor arquitectónico, lo que favoreció la fluidez y la claridad en los recorridos. Además, la propuesta devolvió protagonismo a los servicios ferroviarios, reubicando la venta de billetes, las lounges y la atención al cliente en las islas centrales de la estación, mejorando así su visibilidad desde el atrio, la galería y las plataformas.
“La materialidad y la composición arquitectónica de los nuevos elementos se han mantenido sencillas, evitando añadir complejidad a un edificio ya enriquecido por múltiples intervenciones a lo largo del tiempo. La expresividad del proyecto surge de una lógica material y compositiva clara, donde el vidrio y el metal dialogan con los revestimientos y los tonos de la preexistencia histórica”, relata Caterina Memeo, Arquitecta Socia en L35 Architects.
Asimismo, se remodelaron las áreas comerciales en el Dinosaurio y la Galería Gommata. Se agruparon los volúmenes en unidades fácilmente identificables, creando una unidad estética para realzar el valor monumental de estación.
La conexión visual y espacial entre los diferentes niveles fue un aspecto fundamental del proyecto. En la planta subterránea, la intervención mejoró significativamente la calidad espacial a través de la apertura de huecos estratégicos que permiten el paso de luz natural hacia la planta inferior, conectándola visualmente con la Galería Gommata y ampliando la percepción del espacio. El techo en lamas metálicas que cubre todos los espacios del Fórum contribuye a la absorción del ruido de una estación tan transitada mejorando el confort de los usuarios.
Con esta renovación, L35 Architects no solo ha actualizado Roma Termini, sino que ha revalorizado su patrimonio histórico y arquitectónico. La estación, a pesar de estar compuesta por múltiples edificios y áreas comerciales, ahora se percibe como un conjunto coherente y unificado. Los visitantes, que antes podían percibir una fragmentación en los espacios, ahora disfrutan de una experiencia continua y armoniosa. Es un lugar donde se puede partir y llegar, pero también disfrutar de un entorno moderno que mantiene vivo tanto un pasado reciente como uno remoto.