Empresas Premium
Recuperación del patrimonio, obra nueva con diseños vanguardistas, proyectos edificados bajo los parámetros de eficiencia y sostenibilidad. Estas características definen las obras presentadas a la VI Edición de los Premios de Arquitectura de Teja Hispalyt.
En este artículo presentamos las obras ganadoras, una muestra de la arquitectura con cubierta inclinada de teja cerámica de los últimos años en nuestro país.
La rehabilitación del Astillero tradicional Ciprián, es un ejemplo de recuperación del patrimonio cultural en la ensenada de Broña en Outes (A Coruña), que ha consistido en la creación de un centro de interpretación y museístico, dándole un uso cultural y didáctico que pone en valor la carpintería de ribera.
Previo al desarrollo del proyecto, se realiza un estudio histórico-artístico que pone en contexto la edificación dentro de la historia del patrimonio marítimo del borde litoral de Outes. Edificado a finales del S.XIX está construido en madera, granito y teja aprovechando los recursos locales.
Con su rehabilitación se pretende recuperar la configuración original de la edificación, eliminando alteraciones y añadidos que desvirtúan el conjunto, respetando en todo momento la memoria de la actividad que allí se desarrolló. Para los arquitectos, Iago Fernández Penedo y Óscar Fuertes Dopico (Fuertes Penedo Arquitectura),el empleo de la teja cerámica era un aspecto fundamental e inamovible, ya que la cubierta original estaba realizada en teja y es un rasgo característico del conjunto que tiene una fuerte presencia en el paisaje.
Además, desde el punto de vista de la sostenibilidad y eficiencia energética, el empleo de la teja, en palabras de los arquitectos del proyecto, “supone una ventaja en las épocas de mayor radiación solar, ya que al ser un elemento con una gran inercia térmica, se comporta mejor frente al calor que los sistemas de cubiertas ligeras”.
El proyecto de esta pequeña vivienda en Carnota (A Coruña) de Arrokabe Arquitectos, destaca por su sostenibilidad y eficiencia energética, basada en el uso de materiales, como la teja cerámica, natural y reintegrable en el medio.
Según lo describen los propios arquitectos, la estrategia general del proyecto pasa por dialogar de forma educada y amable con las arquitecturas de un núcleo que conserva su configuración y gran parte de su arquitectura vernácula, pero, lejos de pretender imitar dicha arquitectura, se sirve de un lenguaje abstracto y contemporáneo. En consonancia con esta estrategia, la cubierta, a cuatro aguas, se resuelve con material cerámico en formato de teja plana. Tal como exige la solución para una situación tan expuesta, cuenta con pendientes pronunciadas dando lugar, así, un generoso volumen interior que enriquece la espacialidad de la vivienda. El juego de visuales en diagonal que se habilitan, tanto en planta como en sección, y la disposición de los huecos que las conectan con el exterior aumentan la sensación de amplitud.
Esta rehabilitación es una operación de recuperación global de la construcción original. En primer lugar, de restauración y reposición, donde es necesario, de la estructura vertical de muros de piedra con piedra recuperada de antiguos bancales derruidos de la propia parcela. En segundo lugar, de derribo y sustitución de la estructura horizontal y la cubierta existentes mediante una nueva estructura de madera laminada y una cubierta cerámica de tejas planas.
Una intervención para darle una segunda vida como vivienda aprovechando todo aquello existente y utilizando materiales naturales propios del lugar y de bajo impacto ambiental, usando estrategias bioclimáticas pasivas que aprovechan las condiciones del emplazamiento. Una rehabilitación que intenta mantener la esencia de la antigua construcción y su estrecha relación con el paisaje del Alt Camp.
La economía "lineal" tradicional "extraer, fabricar, disponer", basada en grandes cantidades de material barato, pero de alto consumo de energía, no sólo representa un modelo insostenible, sino que conlleva un agotamiento de las materias primas y la generación de residuos, muchas veces no re-incorporables. En contraposición, el modelo de economía “circular” se basa en el principio de reducir la entrada de materias primas y la producción de residuos, cerrando los bucles o flujos económicos y ecológicos de los recursos.
En esta línea, el proyecto para realizar los edificios centrales de este camping en Alcanar (Tarragona) de Bajet Giramé + JAAS quiso manifestar este cambio de paradigma necesario también en la industria de la construcción utilizando materiales "hechos para ser hechos de nuevo", con menor consumo de energía, e incorpora abundantes soluciones de control pasivo para la reducción del consumo energético durante la vida útil del edificio así como diversos sistemas de energía renovable.
Des de un punto de vista ambiental, los objetivos del proyecto fueron en todo momento la reducción del consumo de energía, minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la calidad del aire interior y promover la utilización de materiales sostenibles en la construcción, como la cubierta de teja cerámica.
En este enlace puedes ver estos y otros proyectos participantes en los VI Premios de Arquitectura de Teja Hispalyt.
Con tejado de tejas, siempre aciertas.