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Para Hispalyt, construcción industrializada, sostenibilidad y eficiencia energética, rehabilitación y conservación del patrimonio, innovación y digitalización, son las claves que marcarán el futuro de esta solución constructiva para fachadas, piedra angular de la arquitectura española
Si hay un material que no pasa de moda es el ladrillo cara vista, elemento fundamental en la historia arquitectónica de pueblos y ciudades de toda la geografía española desde hace siglos. Desde antiguas construcciones romanas y árabes hasta edificios renacentistas y modernistas, las fachadas de ladrillo han estado siempre presentes en el paisaje urbano español.
Pero su permanente presencia en los edificios que forman parte del parque edificado del país, ha estado siempre acompañada de una evolución de este material constructivo versátil, duradero y ampliamente utilizado tanto en obra nueva, como en la rehabilitación de edificios que quieran mejorar su estética, eficiencia energética y sostenibilidad.
En lo que va de año, el ladrillo cara vista ha seguido experimentando una interesante progresión en el ámbito de la construcción, convirtiéndose en una elección popular para arquitectos, proyectistas y constructores, que buscan las altas prestaciones que ofrece este material y sus infinitas posibilidades de diseño. Coincidiendo con la demanda e interés en el ecosistema de fachadas de ladrillo cara vista Hispalyt, Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida, ha querido identificar las principales tendencias que definirán el futuro más inmediato de esta solución.
El sector de la construcción, que cada vez demanda soluciones constructivas más industrializadas para optimizar los plazos y costes asociados a la ejecución de los proyectos, ha encontrado una gran oferta en el mercado del ladrillo cara vista.
Los fabricantes ofrecen diversas soluciones que dan respuesta a las nuevas necesidades del mercado como los sistemas de fachada tipo SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior), como Termoklinker®, que emplean paneles prefabricados con el aislamiento incorporado y un acabado de plaqueta cara vista.
Otros paneles prefabricados con acabado de ladrillo cara vista que podemos encontrar son Insupanel, Maps o Murobrick.
En el mercado también pueden encontrarse soluciones como Flexbrick, un sistema ligero industrializado basado en láminas flexibles formadas por una malla de acero trenzada en la que se insertan elementos cerámicos con su tabla vista, formando un tejido cerámico con múltiples aplicaciones constructivas.
Pedro Rognoni, presidente de Hispalyt y de la Sección de Ladrillo Cara Vista, comenta que “las fachadas industrializadas de ladrillo cara vista se caracterizan por permitir una construcción eficiente, de elevada calidad, más económica, rápida y sencilla, permitiendo dar continuidad al aislamiento térmico en la envolvente del edificio”.
En un contexto como el actual en el que la sostenibilidad es una prioridad creciente, el ladrillo cara vista destaca por su durabilidad y capacidad para mejorar notablemente la eficiencia energética de los edificios, reduciendo su huella de carbono. Este material, cuyo componente principal es la arcilla, es 100% natural, y dispone de la etiqueta medioambiental tipo III, conocida como Declaración Ambiental de Producto (DAP) de todo su ciclo de vida (cuna a tumba).
En la web de fachadas cara vista, se detallan las especificaciones técnicas y de sostenibilidad de este material. Desde su capacidad para contribuir a que el edificio en el que se instalan consiga certificaciones como BREEAM, LEED y VERDE, hasta información sobre su impacto positivo en proyectos EECN y Passivhaus.
“Entendemos la sostenibilidad en dos vertientes, tanto desde el ahorro de energía y emisiones que obtienen los edificios en los que se instalan nuestras soluciones, como en la mejora de nuestros procesos de fabricación para que la huella ambiental del ladrillo cara vista sea cada vez menor”, asegura Pedro Rognoni.
En un país como España en el que el 45% de los edificios son anteriores a 1980 y un millón de viviendas se encuentran en estado deficiente, es vital avanzar hacia la descarbonización del parque edificado mediante su rehabilitación energética. A esta necesidad se une una coyuntura propicia con la llegada de los Fondos Next Generation y otras ayudas y subvenciones que tramitan las Comunidades Autónomas.
Pero a la hora de rehabilitar, es importante preservar la fisonomía y la identidad de los barrios y ciudades, con la conservación de edificios que, como los construidos con ladrillo visto, forman parte del patrimonio arquitectónico y cultural.
Esto es ya posible gracias a dos soluciones innovadoras para la rehabilitación energética con ladrillo cara vista como los citados sistemas para construcción industrializada Termoklinker o Flexbrick®, que también son óptimas soluciones en rehabilitación de edificios.
Los fabricantes de ladrillos cara vista responden a la demanda del mercado ofreciendo una amplia gama de opciones en cuanto a tamaños, formas, colores y texturas. Un porfolio que permite a los diseñadores y constructores adaptarse a las diferentes necesidades de cada proyecto.
Y al mismo tiempo que las técnicas de fabricación se han ido modernizando y generando menos consumo de energía, la instalación de ladrillos cara vista también se ha vuelto más eficiente. Las fachadas con ladrillo cara vista abren nuevas posibilidades de diseño, permitiendo la creación de patrones y formas más complejas con mayor facilidad.
La última tendencia señalada por Hispalyt hace referencia a la digitalización, cada día más presente en proyectos de obra nueva, gracias al uso de Building Information Modeling (BIM).
Desde hace años, proyectistas, promotores y constructores cuentan con una Biblioteca de objetos BIM de los materiales y las soluciones constructivas cerámicas genéricas más representativas, incluidas las de ladrillo cara vista. Gracias a esta recopilación es posible visualizar y simular cada etapa del proceso de construcción, desde el diseño hasta la ejecución, de manera virtual y colaborativa.
Este avance en digitalización permite una planificación más precisa y una mejor coordinación entre los equipos de diseño y construcción. Al catálogo BIM se le suman otras herramientas y aplicaciones como una biblioteca de materiales de ladrillo cara vista para Revit, la Herramienta PIM Hispalyt o el edificio BIM, que permiten experimentar, innovar y personalizar de forma digital proyectos de obra nueva y rehabilitación con este tipo de material.
“Todas estas tendencias nos hacen ser conscientes de que el ladrillo cara vista continúa siendo una opción atractiva para una amplia gama de aplicaciones en el ámbito de la construcción, desde proyectos residenciales hasta comerciales. Con su combinación única de durabilidad, estética y versatilidad, esperamos que el mercado de ladrillo cara vista siga creciendo en los próximos meses”, finaliza Pedro Rognoni.