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El Instituto de Arquitectura de Euskadi acoge hasta el 8 de septiembre la nueva exposición del Archivo Peña Ganchegui, ‘Peña Ganchegui redibujado’. Se trata de la primera exposición organizada por el Archivo desde que este firmase un convenio de colaboración con el Departamento de Vivienda y Agenda Urbana del Gobierno Vasco, para que el centro acoja contenidos del arquitecto Luis Peña Ganchegui y los difunda a través de publicaciones y exposiciones.
Esta primera muestra se compone de una serie de trabajos realizados por el alumnado de la Escuela de Arquitectura de Toledo, que ha analizado nueve obras del arquitecto guipuzcoano. Se expone, así, el resultado gráfico de dichos trabajos, contrapuestos a una selección de fondos del propio Archivo integrada por planos, croquis, maquetas, fotografías, documentos y publicaciones. Las obras seleccionadas son la Torre Vista Alegre (Zarautz, 1958), las viviendas Olazabal (Mutriku, 1962), la plaza de la Trinidad (Donostia, 1963), la Casa Imanolena (Mutriku 1964), la iglesia de San Francisco de Asís (Vitoria-Gasteiz, 1968), el almacén de la UFG (Donostia, 1973), la plaza del Peine del Viento (1975), la ikastola Haurtzaro (Oiartzun, 1976) y la plaza de los Fueros (Vitoria-Gasteiz, 1979).
La muestra nace a raíz de la colaboración establecida entre la Escuela y el Archivo el pasado curso, cuando las profesoras Begoña López y Emilia Benito seleccionaron como casos de estudio para la asignatura Instalaciones II una serie de obras de arquitectura ubicadas en Euskadi, entre las que se encontraban nueve proyectos de Luis Peña Ganchegui. Con objeto de profundizar en su análisis, el grupo se desplazó a Euskadi para conocerlas in situ y visitó el Archivo Peña Ganchegui, que facilitó al alumnado la información disponible de cada obra.
“El enunciado del ejercicio desarrollado persiguió que el alumnado comprendiera que las instalaciones son un aspecto integral del proyecto arquitectónico. Tal como explicaba Sáenz de Oiza en sus clases de Instalaciones en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, el edificio se puede comparar con un cuerpo humano, donde la estructura, la construcción y las instalaciones son sus huesos y venas. Estas partes deben estar íntimamente conectadas y contar cada una con su espacio y lugar adecuado para que el conjunto funcione correctamente”, relata Rocío Peña, directora del Archivo Peña Ganchegui.
La muestra presenta el resultado gráfico de los trabajos realizados en torno a las nueve obras del arquitecto guipuzcoano, y lo pone en relación con una selección de los fondos del Archivo, que alberga más de 75.000 documentos del que fue uno de los arquitectos vascos más influyentes de la segunda mitad del siglo XX, vinculados a las mismas. De este modo, además de contar con información complementaria de la obra analizada, el público podrá disfrutar de un pequeño ejemplo del material que alberga el Archivo Peña Ganchegui. En cada obra podrá apreciar cómo los diferentes modos de representación utilizados condicionan la forma en que percibimos la arquitectura. Así, el ejercicio de redibujarlas ofrece una nueva lectura de todas ellas.
