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La gala de la XXXIV edición de los Premios Pladur, que se celebró en la Real Fábrica de Cristales del Real Sitio de San Ildefonso, en Segovia, fue todo un homenaje al Refugio de Elorrieta, de Sierra Nevada, Granada. Este espacio, definido por Pladur como “ejemplo de arquitectura extrema tradicional y de sostenibilidad”, fue construido en 1931 y está situado a 3.187 metros de altitud.
En esta edición de los Premios Pladur un total de 900 alumnos de 36 universidades de España y Portugal han participado para la recuperación de este enclave. El objetivo ha sido la conversión del Refugio de Elorrieta en una nueva escuela para montañeros.
“El nivel de los proyectos presentados utilizando los sistemas constructivos Pladur ha sido de una calidad excelente, y se espera que alguno de ellos pueda ser ejecutado en el futuro, para hacer realidad el sueño de volver a revitalizar este Refugio, hoy en desuso”, señalan desde la empresa.
Los futuros arquitectos “han podido dar rienda suelta a su creatividad y talento” en tres categorías: Premio Ibérico al Mejor Proyecto de Arquitectura, Premio a la Mejor Solución Constructiva y la Mención Ibérica BIM.
Este galardón fue otorgado al proyecto "Infinito Vano" de la Universidad de Oporto, realizado por Liliano Ferreira y Mariana Lima Rocha. El jurado valoró la integración del edificio con el entorno y la creación de una terraza diseñada para que los excursionistas disfruten de las vistas del valle de Lanjarón.
El proyecto "Refugio Climático de Elorrieta", de los estudiantes de la ETSA del Vallés Eric Moya Soler y Sílvia Prujà Mayà, se llevó este galardón, que se destacó por su integración eficiente con el entorno y el uso efectivo de los Sistemas y Productos Pladur.
El proyecto "Al límite" de la ETSA de Sevilla, presentado por Marina Carmona Zabalo, Carolina Carmona Zabalo y Javier González Sánchez, fue premiado por el uso profesional de la metodología BIM y la integración armoniosa de la arquitectura con la estructura existente.
El director general de Pladur, Enrique Ramírez, destacó la importancia de fomentar la colaboración con instituciones educativas para y contribuir a construir un mundo respetuoso con el medio ambiente: “Sin duda, la calidad de los proyectos demuestra el talento de los futuros arquitectos y su capacidad para enfrentar retos de sostenibilidad”.