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El jurado internacional del Premio Europeo de Vivienda Colectiva ha anunciado las dos promociones ganadoras de su edición inaugural: la reconversión en viviendas de un antiguo almacén de vino en Basilea, Suiza, que ha sido seleccionada como ‘Mejor Desarrollo de Vivienda Colectiva’ en la categoría de renovación, y La Borda, una cooperativa de viviendas en Barcelona, como ganadora en la categoría de nueva construcción.
El premio apuesta en sus bases por proyectos que tienen un impacto positivo en las comunidades y contribuyen al desarrollo urbano sostenible, al tiempo que promueven la arquitectura de calidad.
El galardón está impulsado conjuntamente por el Instituto de Arquitectura de Euskadi (San Sebastián) y arc en rêve centre d´architecture (Burdeos), en colaboración con el Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Gobierno Vasco.
El jurado internacional se ha reunido este viernes en el Instituto de Arquitectura de Euskadi, para tomar la decisión entre las dieciocho candidaturas finalistas, tomando como punto de partida la importancia de la vivienda como necesidad humana fundamental y activo social, así como el fomento de la innovación, la inclusión y la responsabilidad medioambiental en el diseño de viviendas colectivas.
Este trabajo de Esch Sintzel Architekten fue culminado en 2023, en Basilea (Suiza). Consistió en la reconversión de un edificio de almacenamiento de vino en 64 apartamentos, un café-bar, un espacio comercial, habitaciones, un espacio colectivo, una terraza en la azotea, salas de ensayo de música, parking y aparcamiento para bicicletas.
Tiene como protagonistas principales a las columnas preexistentes del antiguo almacén de vinos Coop que, según el estudio, “cuentan la historia del edificio de una forma impresionante”. “Son los elementos más llamativos de la estructura y constituyen un importante punto de partida para el diseño. Para que su efecto siga siendo tangible a pesar de la pequeña escala del nuevo uso residencial, se han expuesto y escenificado de varias maneras: en los apartamentos, que se extienden a lo ancho del edificio, su voluminosa monumentalidad es una experiencia en sí misma; en las calles interiores, que atraviesan el edificio en sentido longitudinal, aparecen como una secuencia”.
Las columnas también constituyen el punto de partida de la organización interna del edificio: el desarrollo urbano real está definido por el preexistente, pero a lo largo de las calles interiores, toma forma una ciudad interna. Este sistema no solo proporciona acceso a las escaleras, las salas comunes y los lavaderos, sino que también permite una variedad de tipologías de apartamentos para todas las generaciones y estilos de vida. En la entreplanta, la esfera doméstica se une a la urbana: la calle interior se abre a los vestíbulos transversales e invita a entrar en la casa por escaleras y rampas. Los espacios comerciales y la cafetería se sitúan a nivel del suelo en las cabeceras del edificio, dirigiéndose directamente a la ciudad. La red de caminos termina en la sala comunitaria y la terraza colectiva de la azotea.
Además de la expresividad de las columnas, que definen el diseño, la sostenibilidad ecológica también motiva el tratamiento cuidadoso de la estructura preexistente. De hecho, al seguir utilizándola, se ahorró el 42% de la energía gris del edificio. Además, el sistema fotovoltaico y la bomba de calor de aguas subterráneas generan dos tercios de la energía que consume el edificio.
"El proyecto demuestra que los edificios ordinarios y utilitarios tienen valor y pueden ser el soporte de nuevos proyectos creativos que aporten algo positivo al barrio y a la ciudad. No solo aporta calidad, sino vida adicional. Es sostenible gracias a la reutilización de la estructura existente de hormigón, que debe tenerse absolutamente en cuenta en el balance de carbono. Esta estructura existente se complementa con una nueva construcción que densifica y da una nueva identidad y nueva vida al lugar. En cuanto a la arquitectura, muestra una nueva forma de vivir y la imaginación necesaria para reinventar una estructura existente. Demuestra que transformar lo existente crea una calidad de vivienda nueva e inesperada que desafía las tipologías estándar. En cuanto a la infraestructura colectiva del edificio, cuenta con espacios colectivos que celebran y facilitan la vida en común", ha valorado el jurado.
En la categoría de renovación, además de la ganadora, habían sido seleccionadas la reconversión del Hospital Felix Platter (Basilea, Suiza), de Müller Sigrist Architekten; Qville (Essen, Bélgica), de B-architecten; Nekkersput (Gante, Bélgica), de DBLV architecten; La commune (Lieja, Bélgica), de he-architectes; viviendas sociales en Rua da Vitória (Oporto, Portugal), de MAVAA arquitectos; la fase 2 de la rehabilitación de Park Hill (Sheffield, Reino Unido), del estudio Mikhail Riches; la renovación de un complejo de vivienda social la década de 1970 (Trento, Italia), de Campomarzio+Studio Bombasaro; y SchloR – Schöner Leben ohne Raiffeisen (Viena, Austria), de Gabu Heindl, Elena Mali, Lisa Schönböck, Hannah Niemand, Stana Marjanovic, Fabian Liszt, Petko Grablij, Maura Schmitt, Anne Altmeyer, Sebastian Christiansen y Lucas Bogunovic.