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La Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes, Afelma, que representa a todas las empresas productoras de lana mineral en el mercado español, ha hecho llegar a las autoridades la normativa griega de protección contra el fuego en las edificaciones próximas a zonas forestales y reclama “una mayor seguridad frente al fuego en los edificios próximos a zonas forestales”.
En 2022 se registraron en España 54 grandes incendios forestales (es decir que alcanzaron 500 hectáreas o más). En total, fueron 259.591 las hectáreas quemadas, una cifra que a pesar de bajar hasta las 81.000 hectáreas en 2023 (contabilizado hasta el mes de octubre) continúa colocando a España en el país de la Unión Europea más afectado por este tipo de incendios, que en muchos casos obligan a desalojar los núcleos urbanos cercanos.
“La elección de materiales para la construcción de nuevos edificios y la rehabilitación de edificios existentes junto a zonas forestales es un componente clave que se debería tener en cuenta en un potencial instrumento normativo. Consideramos que debe exigirse la utilización de materiales que cumplan unos requisitos mínimos, como ser incombustibles, ser capaces de reducir la velocidad de propagación del fuego y tener resistencia al paso del calor incluso a elevadas temperaturas”, señala Miguel Ángel Gallardo, presidente de Afelma.
Como ejemplo de cómo habría que legislar en España, Afelma recurre al ejemplo de Grecia. El gobierno heleno ha aprobado recientemente una legislación para mejorar la protección frente al fuego de los edificios que se encuentran junto a zonas forestales (‘Fire Protection Regulation for Immovable Property within or near forest land’), estableciendo medidas y requisitos mínimos de protección activa y pasiva contra el fuego que aumentan la seguridad de los edificios y reducen su vulnerabilidad.
El resultado de la nueva normativa griega es un aumento del grado de protección de las propiedades combinando la construcción o mejora de estructuras resistentes al fuego y el control de materiales combustibles dentro de la propiedad. Las medidas de protección pasiva incluyen la utilización de materiales incombustibles en la envolvente de las edificaciones, así como principios de diseño en cuanto a protección al fuego estructural (resistencia, propagación, cubiertas, aberturas…).
La importancia de que los edificios estén protegidos contra el fuego
En España se producen anualmente alrededor de 20.000 incendios en viviendas. Esta cifra, lejos de reducirse, ha ido aumentando durante los últimos años. A pesar de considerar nuestros hogares como lugares seguros, las estadísticas revelan otra realidad: 3 de cada 4 incendios se producen en el interior de la vivienda. La previsión del incremento de incendios en los próximos años requiere de medidas capaces de frenar esta tendencia y, sobre todo, ofrecer una mayor protección a las personas y el entorno.
Existen varias maneras de proteger nuestros edificios. Los medios más conocidos para apagar un incendio son los detectores de humos, los extintores y otros equipos (protección activa), pero antes de eso es necesario incorporar medidas de protección pasiva, como el aislamiento.
Las lanas minerales son el material aislante más eficaz contra el fuego: son incombustibles gracias a su naturaleza inorgánica, presentan un alto grado de resistencia al paso del calor, al entrar en contacto con el fuego no generan gases ni humos asfixiantes o tóxicos y reducen la velocidad de propagación, facilitando la evacuación de los ocupantes y aumentando la protección de personas y bienes.
Para Afelma, el Código Técnico de la Edificación, en su documento básico DB-SI de Seguridad en caso de incendio, debería incorporar distintas exigencias. Para edificios de gran altura, con personas con dificultad de evacuación y que no tengan accesibilidad de bomberos, es esencial garantizar una lenta propagación del fuego, por lo que se debería exigir la utilización de componentes y productos no combustibles y con mínima liberación de humo tóxico.
En el caso de edificios ya construidos, los fondos Next Generation ofrecen a España la posibilidad de dar un salto en rehabilitación y protección contra el fuego. Desde Afelma proponen adoptar un enfoque estratégico e integral, “utilizando estos recursos para rehabilitar mejor y asegurar que se protejan las viviendas contra el fuego, además de potenciar el rol ejemplificador de la Administración, haciendo que CCAA y entidades locales amplíen el objetivo de renovación de sus edificios protegiéndolos contra el fuego”, concluye Gallardo.
Afelma lleva más de 40 años trabajando para dar a conocer la importancia de la protección contra el fuego en la edificación y ofreciendo su apoyo a los poderes públicos para impulsar mejoras en este ámbito a través de proyectos y modificaciones de la normativa. Según Afelma, es fundamental ser conscientes de la importancia que tiene prevenir la propagación entre las zonas forestales y las urbanas, para lo que es necesario contar con los instrumentos normativos adecuados.