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Desde AIFIm, Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización, han querido poner en valor el papel de la impermeabilización líquida en la mejora de la eficiencia energética y la reducción de la huella ambiental de los edificios.
“En un mercado en constante evolución para el desarrollo de soluciones eficaces y eficientes, la impermeabilización líquida está mostrando su gran capacidad de brindar a las cubiertas durabilidad y resistencia, lo que redunda en un ciclo de vida del edificio mucho más sostenible”, asegura la directora de AIFIm, Blanca Gutiérrez.
AIFIm alienta a la industria de la construcción a considerar la impermeabilización líquida como parte integral de sus proyectos, reafirmando su compromiso con la promoción de prácticas sostenibles y tecnologías innovadoras.
AIFIm insiste en que uno de los beneficios clave de la impermeabilización líquida es su capacidad para proporcionar aislamiento térmico adicional. “Al sellar eficientemente el edificio, la transferencia de calor se reduce, disminuyendo la carga sobre los sistemas de calefacción y refrigeración. Este aspecto contribuye directamente a la eficiencia energética, ya que se requiere menos energía para mantener una temperatura confortable en el interior”, explica Gutiérrez.
Además, algunas fórmulas de impermeabilización líquida están diseñadas con propiedades reflectantes, lo que significa que pueden reflejar la radiación solar. Este efecto ayuda a reducir la absorción de calor, disminuyendo así la necesidad de refrigeración en climas cálidos.
"Debemos tener en cuenta la capacidad de las soluciones de impermeabilización líquida para adaptarse a diversas superficies y ofrecer propiedades reflectantes que contribuyen, no solo a proteger las estructuras, sino que también reduce la huella ambiental y contribuyen a la eficiencia energética global” manifiesta Gutiérrez.
Por último, AIFIm recalca que la impermeabilización líquida no solo mejora la eficiencia energética a corto plazo, sino que también promueve la sostenibilidad a largo plazo. Su durabilidad y resistencia a los elementos significan menos mantenimiento y reemplazo, lo que a su vez reduce la necesidad de recursos y energía para la producción de nuevos materiales.