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Con el objetivo de mejorar la accesibilidad del parque edificado, el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE) ha acordado la creación de una Comisión de Accesibilidad que trabajará en diversos ámbitos para mejorar el estado del parque edificado en esta materia.
Esta mejora surge porque solo un 0,6% de los edificios de viviendas en España son universalmente accesibles. Todavía un 63% de los bloques de pisos no tienen una entrada accesible desde la calle y un 22%, ni siquiera cuenta con ascensor.
A estos datos hay que sumarle la existencia de 4,3 millones de españoles con algún tipo de discapacidad (87 millones de personas en la Unión Europea), casi el 50% de ellas mayores de 65 años y el envejecimiento de una población con una movilidad reducida creciente y otro tipo de discapacidades.
“En los últimos años se han dado pasos importantes para avanzar en materia de la accesibilidad de nuestros edificios”, afirma el vocal de la Comisión Ejecutiva del CGATE y coordinador de la nueva Comisión de Accesibilidad, Rafael Luna. “Sin embargo, todavía estamos muy lejos del objetivo de proporcionar una accesibilidad universal que garantice a todas las personas su derecho fundamental de vivir de forma independiente”, asegura.
Una de las primeras actuaciones de la nueva comisión del CGATE está siendo la recopilación de toda la documentación disponible en la red colegial para aglutinarla en un espacio común nacional. También se trabaja en la formación de un área de actuación específica para los profesionales de la arquitectura técnica y en la asistencia a congresos, convenciones internacionales como Contart y otros foros profesionales en los que dar a conocer la situación y generar un debate sobre los retos y posibles soluciones a este problema.
En 2010 se incorporaron al Código Técnico de la Edificación (CTE) las condiciones de accesibilidad, por lo que todos los edificios construidos antes de esa fecha -la inmensa mayoría- son susceptibles de no cumplir con la normativa actual.
Las barreras arquitectónicas en edificios existentes convierten, en muchos casos, las viviendas en auténticas trampas. Según datos de la Fundación Mutua de Propietarios, 100.000 personas en España no pueden salir a la calle por no ser accesibles los inmuebles donde viven y el 22% de las personas con movilidad reducida ha tenido que cambiar de vivienda por este mismo motivo.
En los edificios españoles, las principales barreras son la aparición de peldaños en los accesos a establecimientos o portales residenciales, la dificultad en la deambulación en el interior de los locales por la existencia de espacios de reducidas dimensiones, la ausencia de servicios higiénicos accesibles o la inexistencia de ascensor entre plantas.
La Comisión de Accesibilidad del CGATE cree que, en la mayoría de casos, la cuestión económica y la falta de acuerdo entre vecinos son las causas de que no se lleven a cabo las obras necesarias para adecuar los edificios a las condiciones de accesibilidad universal. En muchos casos, estas obras tienen un coste bastante elevado, dado que hay que instalar o sustituir ascensores y, frecuentemente, las intervenciones afectan a elementos estructurales (aunque de forma parcial).
Si la finca cuenta con un ascensor, pero es necesaria la bajada a cota cero para que sea accesible (eliminación de peldaños y actuación en puerta de acceso al portal) la inversión puede oscilar entre los 10.000 y los 40.000 euros. En edificios que necesitan la ejecución e instalación de un ascensor nuevo, las cifras pueden superar en muchos casos los 120.000 euros de presupuesto de ejecución por contrata.