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La construcción es un sector que supuso el 4,8% del PIB español en 2022 y según el índice de digitalización de McKinsey Global Institute, es uno de los sectores menos digitalizados del mundo.
Son varios los obstáculos que impiden expandir esta transformación hacia lo digital. El Observatorio Industrial de la Construcción de la Fundación Laboral de la Construcción admite que la principal dificultad que encuentran las empresas es la falta de presupuesto (49,1%).
El freno del factor económico puede superarse gracias a ayudas públicas como el Kit Digital, un programa dotado con 3.067 millones de euros provenientes de los fondos europeos Next Generation, asegura el director de desarrollo de negocio de billdin, Sergio Bautista. “Las grandes compañías tienen ya un amplio recorrido en materia de digitalización, pero el grueso de las empresas que operan dentro del sector de la construcción son PYMES, y recursos como el bono digital abren marcan la diferencia”, apunta Bautista.
El experto señala que “antes la inversión que se requería era muy alta, lo que condicionaba el salto digital de las empresas de la construcción, pero hoy en día existen soluciones que abaratan enormemente la implementación de la tecnología”. Además, Bautista insiste en que estas herramientas son “sencillas, intuitivas y colaborativas”, un aspecto que “favorece un aprendizaje mucho más rápido e impacta directamente en una mayor productividad y eficiencia”.
En este sentido, el experto subraya “el enorme impulso que puede tomar el negocio gracias a la innovación tecnológica”. Pero es importante actuar progresivamente. “Hay que empezar por unificar la gestión de costes y el presupuesto, involucrando a todos los niveles, desde el financiero al administrativo”, asegura el directivo de billdin.
Desde esta base, ya se podría avanzar hacia tecnologías más sofisticadas, como el big data o la inteligencia artificial: “Solo de este modo se podrán usar los datos para tomar decisiones informadas y diseñar mejores estrategias que redunden, por ejemplo, en un acortamiento de los plazos de obra”, señala Bautista.
Los protagonistas de la revolución tecnológica dentro de la construcción son la propia plantilla, y esto también plantea una brecha importante. “La digitalización requiere de profesionales preparados para su desempeño, y para ello la captación de talento es fundamental”, advierte Bautista, añadiendo que “poner el foco en las competencias digitales dentro del sector de la construcción resulta esencial”.
Bautista insiste en que “ya no vale hacer las cosas como siempre: hay que fomentar una cultura empresarial centrada en lo digital”. Abrir la mente de los empleados hacia el cambio en un sector tan tradicional como la construcción no es tarea fácil, por eso la formación cumple un papel crucial, ya que “para hacer frente a los desafíos que tenemos por delante, es importante que todo el equipo reme en la misma dirección, y para ello, no solo debe aprender a manejar las nuevas herramientas, sino entender por qué se apuesta por ellas”, concluye.