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En un mundo en el que la sostenibilidad y el ahorro energético son esenciales, Casa Eñe ha querido trazar un nuevo rumbo en la construcción: alta eficiencia energética, sostenibilidad y un diseño personalizado y minimalista son las claves de esta vivienda creada por Estudio Albar.
Casa Eñe es una vivienda industrializada con estructura de madera y materiales naturales, certificada bajo el estándar de construcción Passivhaus, sostenible y eficiente, “que logra reducir drásticamente el consumo de energía, priorizando el confort y la calidad del aire interior; su consumo energético se reduce a niveles mínimos manteniendo un hogar grato y saludable”, afirman desde Estudio Albar.
La vivienda, ubicada a las afueras de Madrid, se distingue por su diseño espacioso y luminoso. Tiene una paleta de colores neutros y su estética minimalista y natural se traduce en espacios que se entrelazan, fusionando el interior con el exterior, sin perder la esencia del minimalismo y de la sencillez.
Optar por una vivienda industrializada de madera con un diseño personalizado y exclusivo “agiliza el proceso de construcción y brinda numerosas ventajas a lo largo del mismo. Casa Eñe se terminó en solo seis meses en comparación con los casi dos años de un enfoque tradicional, demostrando así la rapidez y el elevado control de calidad de este método y garantizando una excelente ejecución”, declaran.
La elección de la madera en la construcción ofrece importantes ventajas: “es un recurso renovable que promueve la sostenibilidad, brinda un excelente aislamiento térmico que mejora notablemente la eficiencia energética y es capaz de crear ambientes acogedores y saludables. Su versatilidad y durabilidad hacen que sea una elección óptima para construcciones sostenibles, eficientes y duraderas”, destacan.
“Para el usuario, la eficiencia se traduce en un mayor confort interior y una reducción de ladenominada hipoteca energética. Casa Eñe, con sus 250m2 de superficie y una factura de energía mensual media a precios actuales de unos 60€, se calienta en invierno con tan solo tres radiadores toalleros en los baños, demostrando que es posible disfrutar de un excelente confort térmico sin comprometer el medioambiente ni el bolsillo del usuario”, afirman.
“La calidez se logra también mediante el uso de maderas de roble y pavimentos naturales de cal, mientras que la abundante luz natural inunda cada rincón gracias a las generosas ventanas que enmarcan el paisaje circundante. Casa Eñe se mimetiza con su entorno, ofreciendo un refugio de belleza y tranquilidad, un oasis de paz para nuestro ajetreado estilo de vida”, concluyen.