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La reparación y el refuerzo de los apoyos de los viaductos de Guadalmansa y Río Verde ha sido galardonada con el premio a la Mejor Obra Nacional Sika. El jurado de los premios, integrado por destacados miembros del sector, coincidió en señalar que esta obra era merecedora del reconocido galardón “por su alto grado de dificultad técnica, volumen de la obra y pericia a la hora de aplicar soluciones innovadoras para la ejecución del proyecto”.
Se consideraron los viaductos de Río Verde y Guadalmansa en un único conjunto, ya que ambos presentaban la misma tipología, los mismos problemas y las mismas intervenciones de reparación. En ambos estuvo prevista la sustitución de apoyos de neopreno en estribos y pilas intermedias.
“La inspección de ambas estructuras determinó que los apoyos elastoméricos manifestaban la deformación longitudinal que han sufrido los tableros por los efectos reológicos de retracción y fluencia. Los neoprenos presentaban signos de un incipiente deterioro por excesiva deformación horizontal”, explica Francisco José González Ramos, director técnico de Betazul y doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos.
Debido a las grandes dimensiones de estos viaductos, que tienen una edad media de 20 años, y por la profundidad de las dos gargantas, los apoyos eran de considerable tamaño (anchura de 200 mm y altura total 335 mm) y su movimiento resultaba muy complejo.
Los apoyos de los estribos originales estaban anclados, por lo cual tuvieron que ser sustituidos por unos nuevos que también hubo que anclarlos para impedir que se desplazaran de su posición inicial.
“Los trabajos de reparación y refuerzo de los viaductos consistieron en una actuación sobre el 75% de los apoyos elastoméricos de estribos y pilas, procediendo a su reposición, así como sobre las mesetas de dichos apoyos, reconstruyendo la totalidad de su geometría”, resume González Ramos.
Aprovechando esta intervención de sustitución de apoyos, se contempló eliminar estas tensiones y desplazamientos impuestos que tenían los apoyos mediante un sistema que permitiera el libre deslizamiento del tablero.
El procedimiento de trabajo para la sustitución de apoyos se realizó en 14 fases. En ellas, se emplearon las siguientes soluciones de Sika para cada una de las actuaciones necesarias: para el recrecido de mesetas y tacones (Sika Grout 340); para la reconstrucción de secciones perdidas en mesetas y estribos (Sikarep 2400 y SikaMonotop 910 S); para la protección de las secciones y zonas reparadas con pintura anticarbonatación (Sikagard 670 W); para el anclaje de armadura de refuerzo de mesetas y tacones (Sika Anchorfix 3030); y para el rellenos de fisuras en altares de estribos y mesetas de pilas (Sikadur 31 EF y Sikadur 52 Inyection LP).
En términos de estados de carga, estos trabajos de rehabilitación, que han durado 10 meses, han permitido que la sustitución de apoyos acabe con la degradación y frene el deterioro.
“También han posibilitado una puesta a cero geométrica del tablero con respecto a los estribos y pilas, anulando las deformaciones longitudinales debidas a los fenómenos reológicos de retracción y fluencia”, finaliza el director técnico de Betazul.