Empresas Premium
El metacrilato se ha convertido en uno de los materiales más polivalentes del siglo XXI. No en vano, sus múltiples propiedades, y aplicaciones, hacen de él la opción perfecta para multitud de usos y sectores de nuestra sociedad. Y la polivalencia de este polímero termoplástico se debe, en gran parte, a su resistencia, flexibilidad, transparencia y a sus escasas necesidades de mantenimiento.
Y dentro de sus posibles usos uno destaca sobre el resto: los grabados en metacrilato con láser. ¿No conoces este sistema? No te preocupes, en las siguientes líneas os explicamos los pasos para realizarlo junto a algún que otro truco y consejos a tener muy en cuenta para sacar el máximo partido a está interesante, y productiva, técnica.
Antes de abordar cualquier otro aspecto relativo a la materia que aquí nos ocupa, resulta primordial tener claro algunos conceptos. Y es que, ¿qué es eso de los grabados en metacrilato? Pues, aunque a simple vista pueda parecer muy difícil de explicar, se trata de algo bastante sencillo, hablamos de una técnica de corte, nunca mejor dicho, superficial consistente en la creación de figuras mediante giros a alta velocidad realizados con, entre otros materiales, un láser de CO2. Herramienta, está última, que permite trabajos realmente precisos, rápidos y limpios. Permitiendo, por el camino, realizar todo tipo de formas y acabados.
Y todo lo anterior nos permite desde ampliar hasta el infinito las posibilidades de sectores como el de la rotulación hasta grabar o fabricar figuras, expositores, letreros o incluso crear y dar forma a letras o grabados para fotografía de todo tipo, grosor o tamaño. Facilidad de uso, rapidez, flexibilidad, precisión, moldeabilidadad, durabilidad. Como podéis leer las ventajas de usar este tipo de material son innumerables. En definitiva, dicha técnica abre un sinfín de posibilidades aplicables en diversas industrias e incluso en nuestro propio devenir diario.
Una vez aclarados los conceptos, compartimos con todos vosotros una serie de consejos a tener muy en cuenta a la hora de realizar cualquier tipo de grabado en metacrilato. Al menos si queréis maximizar los resultados con el mínimo esfuerzo:
- Escoge el metacrilato correcto. El primer paso antes de realizar cualquier grabado pasa por optar por el tipo de metacrilato más adecuado a cada trabajo. Por un lado, metacrilatos como el de colada resultan perfectos para gran parte de grabados. No en vano, tras trabajarlo se queda de color blanco. Por el otro, el metacrilato de extrusión. Mucho menos costoso que el anterior, pero con una reacción totalmente diferente al láser. En este caso, tras grabarlo el aspecto resultante es transparente.
- Quita el film protector solo de una cara (la que apoyes sobre la mesa de trabajo). El metacrilato es un material fácil de grabar. Por lo que esa protección extra nos garantiza un acabado más limpio y evita cualquier tipo de daño no deseado.
- Recuerda que tu grabado será visto desde la cara interna. Puede parecer algo lógico, pero, por experiencia, os podemos asegurar que las cuestiones más sencillas son muchas veces las primeras en obviar.
- Los grabados pueden pintarse. No olvides que, tras enfriarse, los grabados pueden pintarse. Tan solo necesitas un poco de pintura acrílica y un pincel para conseguir el color y/o efecto deseado. Eso sí, tras el secado procurar eliminar a mano la pintura sobrante.
- Ten en cuenta los parámetros de tu láser antes de realizar el corte. No en vano, en función de la potencia, el tipo de metacrilato, el grosor, etc. necesitarás una configuración u otra. Eso sí, trabajar a baja velocidad siempre suele ser una buena decisión.
- Guarda una separación mínima entre el metacrilato y el espacio de trabajo. Puede que se trate de otra cuestión evidente. No obstante, siempre es importante guardar un espacio mínimo de separación entre las distintas partes y elementos de trabajo para evitar posibles accidentes o desperfectos. Tampoco está de más asegurarnos de que el metacrilato queda separado de la mesa de trabajo lo suficiente para permitir cortes de mayor profundidad.
- Realiza pequeñas pruebas previas con el mismo materia a utilizar. Hacer pruebas siempre es la mejor forma de tomar el pulso al trabajo a realizar. Y es que, como suele decirse, el que prueba aprueba.
- Utiliza un buen extractor de escoria y de humo. El metacrilato es uno de los materiales que más restos dejan al trabajar con él. Algo que hace recomendable utilizar sistemas de extracción (aire), que cuenten con pre-filtro, para absorver las impurezas y el humo generado al trabajar con él.
- Para finalizar, pero no por ello menos importante, comienza teniendo claras, y poniendo en práctica, todas las medidas de seguridad requeridas para evitar males mayores. Y es que, por encima de todo lo demás, tu seguridad siempre debe ser lo primero.