Empresas Premium
Hispalyt recuerda que la primavera acaba de comenzar y es una época de grandes contrastes meteorológicos, caracterizada por sus rachas de viento y la abundancia de precipitaciones. La inflación en los precios de los productos, la luz, el gas y los combustibles que está asolando a Europa y, a España en particular, han derivado en una mayor preocupación de los ciudadanos por encontrar soluciones que garanticen un ahorro energético en sus hogares.
Desde el Gremi de Rajolers de la Comunitat Valenciana e Hispalyt, Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida, se apuesta por un material que cumpla esas exigencias de prestaciones técnicas, económicas y energéticas, concretamente en las cubiertas inclinadas. Y no es otro que las tejas cerámicas. Aparte de ser un producto que aporta una gran eficiencia energética, también destaca por su estética, su bajo mantenimiento y gran durabilidad, su elevado confort y habitabilidad y por sus altas prestaciones técnicas.
Según el último Análisis Estadístico Nacional sobre patologías en la edificación de la Fundación MUSAAT de 2019, las patologías en las cubiertas planas representan el 69% frente al 31% de las inclinadas, poniendo de manifiesto que las cubiertas inclinadas tienen mejor comportamiento y prestaciones técnicas que las planas.
Por ello, una de las principales cualidades de las tejas cerámicas es la obtención de la máxima eficiencia energética. Esta va a permitir reducir los gastos derivados del consumo energético del edificio, ya que la envolvente del mismo es la responsable aproximadamente del 25% al 35% de la pérdida total de la energía de la vivienda. Las tejas cerámicas en cubiertas inclinadas van a proporcionar una mayor compacidad, un aislamiento térmico que evita el sobrecalentamiento en verano y mantiene el calor en invierno, una mejor ventilación que evita la formación de condensaciones y problemas de heladicidad y una reflectancia solar con la tecnología “cool roof” que disminuye hasta 3 ºC la temperatura del aire y 12 ºC la temperatura de las superficies.
Por otro lado, las tejas cerámicas son sinónimo de sostenibilidad. Están fabricadas con productos 100% naturales y ecológicos como lo son la tierra, el fuego y el agua. También se pueden reciclar y reutilizar para el mismo uso o para otros fines, alargando su ciclo de vida. Por último, las cubiertas inclinadas posibilitan la reutilización del agua de lluvia, empleando sistemas de drenaje del agua por el exterior del edificio que no tienen un impacto negativo en la calidad del agua.
Otra de las características que coloca a las tejas cerámicas por encima de sus competidores es el bajo mantenimiento y la durabilidad del material. A la menor incidencia de patologías, hay que sumarle una máxima estanqueidad al agua de lluvia que garantiza un flujo rápido y una evacuación inmediata que evita los estancamientos. Además, las cubiertas requieren de un mínimo mantenimiento gracias a la microventilación que elimina problemas de heladicidad y aparición de mohos, dotando al tejado de una larga vida útil y, en consecuencia, de un ahorro económico considerable al propietario de la vivienda.
Para concluir, es necesario saber que la preocupación de las familias por la seguridad y el confort dentro de sus viviendas también se ha visto incrementada. Las tejas cerámicas también cumplen con esas demandas. Son especialmente resistentes frente a los fenómenos meteorológicos más adversos, como las lluvias torrenciales, las nevadas, los fuertes vientos o las heladas y brindan una excelente protección frente al fuego. En cuanto a la habitabilidad y tranquilidad en el interior del edificio, proporcionan un gran aislamiento acústico, una mejor calidad del aire interior, una mayor entrada de luz natural y un mayor espacio habitable en caso de realizar una ampliación de la vivienda.