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Veolia participa en un proyecto piloto europeo llamado I-Nergy (Artificial Intelligence for Next Generation Energy), como Energy Service Company (Esco), convirtiéndose en la responsable de aportar datos de parámetros de funcionamiento de dos de sus instalaciones y colaborar en el análisis necesario que permita a las instalaciones mejorar su eficiencia energética, a la par que reducir costes.
Con el objetivo de garantizar la medición y verificación del ahorro energético y conseguir un adecuado equilibrio con la inversión inicial, se ha desarrollado una herramienta basada en inteligencia artificial, utilizando datos estáticos y dinámicos provenientes de la monitorización de un edificio residencial de ocho plantas localizado en Burgos, con 80 viviendas en total, y un hospital situado en Córdoba, con más de 1.500 camas disponibles.
En este sentido, Veolia aplicará las técnicas de optimización basadas en inteligencia artificial en ambos edificios piloto para reducir los consumos energéticos y sus costes asociados, así como, ajustar los costes derivados de la operación y mantenimiento de los sistemas de producción energética. Otro de los objetivos que Veolia pretende alcanzar con este proyecto es la maximización del empleo de fuentes de energía renovables con diferentes alternativas más sostenibles para contribuir a la descarbonización del sector residencial y terciario.
Entre los objetivos del proyecto piloto, destaca aumentar la confianza en la verificación del ahorro energético en los denominados Contratos de Rendimiento Energético, utilizados a menudo en instalaciones industriales o comerciales. Unos contratos en los que la empresa de servicios energéticos se compromete a implantar energías renovables junto con medidas de eficiencia energética en la instalación del beneficiario, garantizando el ahorro obtenido. El cliente, por su parte, se compromete a asumir económicamente las medidas en función del ahorro energético que resulte de su implantación.
Javier Martín, Director de Proyectos de Innovación y Fondos Europeos de Veolia España, explica: “El principal desafío de este proyecto piloto es la aplicación de las herramientas de inteligencia artificial para conseguir mejorar el servicio a los clientes. Por otro lado, este proyecto contribuye significativamente a aumentar la confianza de los usuarios finales en los contratos de ahorro energético. Además, ayudará a implantar nuevos modelos de negocio basados en la optimización de la energía a través de la inteligencia artificial. Los próximos pasos serán el despliegue y validación de las herramientas desarrolladas en I-NERGY en un entorno real más amplio a partir del año 2024”.