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La compañía Schindler se ha comprometido a alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero a nivel global para el año 2040. Los objetivos de reducción de emisiones planteados por la compañía “se basan en criterios científicos que han sido aprobados por la iniciativa Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi), que ayuda a las empresas a plantear sus metas con la vista puesta en que el aumento de la temperatura mundial sea como máximo de 1,5 ºC”, explican.
“Es el momento de aceptar el rol crucial que deben desempeñar compañías como la nuestra respecto del medioambiente poniendo en marcha acciones decisivas para su cuidado”, ha señalado el presidente y CEO del grupo Schindler, Silvio Napoli. “Queremos acelerar la transición hacia un futuro de bajas emisiones de carbono y para ello hemos asumido algunos de los compromisos más ambiciosos de nuestra industria en este sentido”, ha añadido.
SBTi ha dado el visto bueno a los objetivos a corto y largo plazo planteados por Schindler. La meta establecida para el año 2030 implica una reducción del 50% en las emisiones de gases de efecto invernadero fruto de su actividad, tomando como referencia para ello los datos del año 2020. Esto incluye las emisiones directas, conocidas como emisiones de ámbito 1, que, en el caso de Schindler, proceden en su mayoría de su flota de vehículos y de los edificios y procesos que son parte de su actividad. Se integran aquí también las emisiones indirectas, o de ámbito 2, derivadas de sus compras de energía y la climatización de espacios. Por último, Schindler trabaja también para disminuir las emisiones procedentes de su cadena de valor, ámbito 3, en un 42%.
En el más largo plazo, Schindler está comprometida a alcanzar el objetivo de cero neto, para el año 2040, a través de la reducción del 90% de sus emisiones de gases de efecto invernadero, en los tres ámbitos antes referenciados y siempre tomando como base los datos de 2020. Además, atendiendo a los criterios y recomendaciones realizadas por SBTi, Schindler prioriza la rebaja de sus emisiones directas para avanzar en la descarbonización al tiempo que trata de neutralizar sus emisiones residuales.
Los objetivos de reducción de emisiones basados en la ciencia se fundamentan en las últimas investigaciones que determinan las acciones necesarias para alcanzar los compromisos del Acuerdo de París, entre los que se encuentra limitar el aumento de la temperatura global a un máximo de 1,5ºC respecto a los niveles preindustriales.
Por un lado, las acciones a corto plazo señalan los pasos que las compañías deben seguir en los próximos 5 o 10 años para reducir su impacto medioambiental. Por otro, las planteadas a largo plazo indican el nivel de reducción de emisiones que deben lograr para alcanzar el reto del cero neto en el año 2050. Las encargadas de elaborar estas hojas de ruta para el corto y el largo plazo son las propias compañías y después los planteamientos son validados por SBTi, que nace de la asociación entre el Proyecto de Divulgación de Carbono (CDP), el Pacto Mundial de las Naciones Unidas (UNGC), el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF)