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La Comisión Europea, CE, contempla que al menos el 90% de los residuos no peligrosos generados en obras, excluyendo las tierras, se preparen para su reutilización y reciclaje. “De este modo, resulta fundamental implementar herramientas digitales que permitan modelizar y almacenar las características del edificio, sus componentes y materiales”, aseguran desde el proyecto Valrec.
Para ello, la CE está impulsando nuevas directrices que obligan a realizar informes de auditoría y trazabilidad más precisos para garantizar la calidad y la confianza en el mercado de los materiales reciclados de Residuos de Construcción y Demolición (RCD). “Considerar a los edificios como bancos de materiales es entenderlos como almacenes de materiales valiosos, de alta calidad y que deben ser separados y recuperados”, ha argumentado Alfons Ventura, experto del Área Técnica de Green Building Council España (GBCe) en el proyecto Valrec.
Para lograr esta transición hacia una mayor circularidad de los recursos materiales contenidos en los edificios, es necesario medir y generar un mayor flujo de información de componentes y productos entre los diferentes actores involucrados en las edificaciones. Así, las herramientas digitales de trazabilidad, como el pasaporte de materiales, ayudan a llevar a la práctica el paradigma de la economía circular: “Los pasaportes de materiales son conjuntos de datos relevantes, actualizados, fácilmente accesibles y vinculados digitalmente con cada producto instalado en el edificio, que dotan de valor a esos productos y facilitan su recuperación y reutilización”, afirma Ventura.
Estos datos se albergan en una plataforma de pasaportes de materiales, un software para crear y gestionar esos pasaportes que incluye una biblioteca de datos circulares, un banco digital de materiales y una medición del rendimiento medioambiental y económico del edificio. Asimismo, pueden incluir otros módulos como la gestión inteligente de los recursos mediante ecosistemas de reutilización y reciclaje, tal y como propone Valrec, ya que el sector de la edificación “se está transformando en muchos aspectos, también tecnológicamente, lo que puede crear un contexto favorable para fomentar la economía circular en la edificación, con fenómenos como el Modelo de Información de Edificios (BIM), LEean y Net Zero Energy Buildings (NZEB)”, asegura Jaime Moreno, experto de Tecnalia en el proyecto Valrec.
En este contexto, el BIM emerge como un método con amplio potencial para crear, compartir, intercambiar y gestionar digitalmente información a lo largo de todo el ciclo de vida: “Bruselas está barajando que, para que una inversión sea considerada sostenible y pueda recibir financiación, será necesario llevar a cabo un análisis público del ciclo de vida del edificio y de las obras de rehabilitación, con técnicas y diseños adaptables, flexibles y desmontables que apoyen la circularidad y que permitan conservar al menos la mitad del edificio original en las rehabilitaciones”, afirma el experto del Área Técnica de GBCe.