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El sector inmobiliario se consolida como uno de los principales motores de la recuperación económica en España. En este contexto, el mercado de lujo augura un buen pronóstico y encara 2022 con optimismo. En concreto, desde Barnes Barcelona prevén que el nivel de transacciones incrementará en las grandes ciudades y, especialmente, en Barcelona.
Elizabeth Hernández, directora de Barnes Barcelona, afirma que con la llegada de la vacunación masiva y la relajación de las restricciones de movilidad "los inversores recuperaron el interés por el mercado de lujo en España”. En este sentido, asegura que “los datos de transacciones cerradas en 2021 son positivos y estimamos que en 2022 el nivel de operaciones de compraventa aumente hasta situarse en cifras similares a las que se dieron en 2019”.
En cuanto al tipo de inversores las expectativas están puestas, principalmente, en los inversores internacionales. Hernández reconoce que “el sector residencial de lujo siempre ha resultado de lo más atractivo para la inversión extranjera, sin embargo, el origen de los inversores está cambiando”. Históricamente España ha sido un destino predilecto para inversores alemanes y británicos, pero, según la directora de Barnes Barcelona, “desde el estallido de la crisis sanitaria el perfil de inversores es cada vez más heterogéneo y de forma frecuente se cierran operaciones con inversores de origen asiático, latinoamericano o ruso”.
Por lo que hace al tipo de viviendas desde Barnes Barcelona señalan que los inmuebles más buscados por las grandes carteras tienen entorno a 150 m2, más de 3 habitaciones y suelen estar ubicados en las zonas residenciales más exclusivas de la capital como, por ejemplo, Pedralbes, Sarrià o Bonanova. También resultan especialmente interesantes los áticos situados en l’Eixample o las viviendas unifamiliares disponibles en la zona alta de Barcelona y alrededores.
Sin embargo, más allá de la superficie y la ubicación, los inversores ponen el foco en las prestaciones y el estado de los inmuebles. Las operaciones que se cierran se corresponden con viviendas de segunda mano a reformar a gusto del comprador o ya reformadas, las cuales cuentan con materiales de primera calidad en elementos como las ventanas, los suelos, la cocina y los baños. De forma generalizada las viviendas suelen venir equipadas con la última tecnología en domótica facilitando una gestión automatizada y eficiente y aportando seguridad y confort. En este sentido Hernández reconoce que “los inversores cada vez son más exigentes con este tipo de prestaciones y buscan inmuebles que, más allá de ser bonitos, espaciosos y bien ubicados, cuenten con asistentes tecnológicos eficientes que faciliten la gestión interna de la vivienda”.
En definitiva, la experta considera que los inmuebles de calidad tienen un futuro brillante por delante: “Las propiedades de alta gama siguen siendo la mejor respuesta a la inflación de precios. Además, es la inversión más útil del mundo ya que sus afortunados propietarios la disfrutan con sus familias durante un largo periodo tiempo”.