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La Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida, Hispalyt, identifica a la economía circular como uno de los pilares fundamentales para conseguir edificios sostenibles.
En su decálogo de sostenibilidad, que sienta las bases de la apuesta de la industria cerámica por una edificación eficiente, segura, confortable y saludable; “define una estrategia que empieza en el proceso de fabricación de sus productos y en la durabilidad de unos materiales sin apenas mantenimiento y termina analizando sus posibilidades de reciclaje y reutilización”, explican. Los asociados de Hispalyt “destinan importantes esfuerzos e inversiones” a desarrollar nuevas aplicaciones y soluciones innovadoras que combatan el cambio climático y ayuden al ahorro de energía.
“El sector de la edificación se enfrenta a un reto mayúsculo y la conocida como economía lineal ya no es aplicable si buscamos algo más que el crecimiento económico y el consumo. En Hispalyt estamos convencidos de la importancia de una concepción más sostenible en el tiempo y nuestros asociados comprometen recursos e inversión en nuevas tecnologías y procedimientos que contribuyan a la construcción sostenible y la eficiencia energética de los edificios”, explica Pedro Rognoni, presidente de la asociación. “Nuestras políticas de sostenibilidad medioambiental se centran en la reducción de las emisiones, el tratamiento sostenible de los residuos y la mejora de los procesos productivos”.
Su durabilidad es también garantía de sostenibilidad. Los materiales cerámicos tienen una vida útil mucho mayor (hasta tres veces superior) que el resto de materiales de construcción. Pero pese a la larga vida de los edificios construidos con productos cerámicos, a veces, se demuelen antes del final de una vida útil que se estima en 150 años. Cuando esto ocurre, los productos cerámicos vistos pueden recuperarse y reutilizarse. Las tejas cerámicas e incluso los ladrillos cara vista y adoquines cerámicos son productos muy solicitados después de la demolición del edificio para su colocación, tanto en obra nueva como en rehabilitación. La reutilización de ladrillos y tejas ha aumentado en los últimos años, ya que hay una corriente entre proyectistas y constructores que consiste en construir edificios modernos con apariencia tradicional.
La Lista Europea de Residuos (LER) clasifica a los residuos de construcción y demolición cerámicos como inertes y no peligrosos, por lo que son altamente reciclables, en diferentes usos como: material de relleno y estabilización de carreteras, áridos para hormigón y morteros, tierra batida en pistas de tenis, substrato de plantas o elemento de cubrición para agricultura.
Además, al tratarse de materiales inertes, los productos cerámicos no alteran la calidad del agua y permiten el aprovechamiento del agua de lluvia, por lo que también pueden utilizarse sistemas de drenaje para recoger y almacenar agua desde las cubiertas.
La industria de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla tiene en marcha varios proyectos que reflejan su compromiso con la sostenibilidad y con los planes europeos de acción contra el clima financiados bajo el programa LIFE.
El proyecto Life Eggshellence es un ejemplo de simbiosis industrial entre dos sectores muy distintos bajo los principios de la economía circular con objetivo de obtener carbonato cálcico a partir de cáscara de huevo para su uso en la fabricación.
El Laboratorio Técnico Cerámico y Palau Alpicat participan en otro proyecto para obtener un producto con base arcillosa y las propiedades del producto cerámico tradicional sin la necesidad de ser cocido para transformar las fábricas y reducir la huella de carbono aprovechando gran parte de las instalaciones existentes.
Life Hypobrick es otro proyecto europeo de Cerámicas Mora que pretende impulsar la economía hipo carbónica en la fabricación de productos de arcilla cocida.
Un caso ya real y puesto en marcha también lo encontramos en Cerámica Peño, que reutiliza lodos procedentes de estaciones depuradoras como materia prima en la fabricación.
Por último, otro fabricante que utiliza materiales reciclados, en este caso como combustible, es Piera Ecocerámica, que emplea biogás en su fábrica y procesos de producción.