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The White Bow es el último reto arquitectónico inspirado en la náutica. Se trata de una apuesta tecnológica de la empresa Gazechim Composites Ibérica por la introducción de los composites tipo GRP en el mundo de la construcción, cristalizando esta nueva arquitectura en su propia sede, en el polígono industrial de Picassent (Valencia). El proyecto es fruto de la sinergia entre el ingeniero naval Julio Cesar Galiana (Graphenano) y el estudio de arquitectura onside.
El proyecto, que ha salido galardonado con el primer premio de los JEC Innovation Awards de Chicago, en la categoría de construcción, y el Premio NAN, en la categoría de técnicas y soluciones constructivas, pretende mostrar la vanguardia del sector náutico y aeronáutico aplicada en la construcción, así como la libertad de diseño que ofrece la tecnología de los composites tipo GRP tanto en exterior como en interior, innovando en la arquitectura mediante soluciones con el uso de la última generación de estos composites con nanotecnología de grafeno.
“The White Bow es una geometría singular que resalta de forma casi imposible en su vértice, evocando el casco de un navío”, explican Carlos Bonet y Carlos Balada, del estudio de arquitectura onside. “El encargo era poner de relieve los avances tecnológicos de la náutica en la arquitectura y la construcción, empleando las materias primas con las que trabaja Gazechim Composites Ibérica. En definitiva, plantear un edificio con un material que hasta hace bien poco era inconcebible en la construcción y que ahora, una vez alzado, pone de manifiesto altas dosis de innovación, mostrando las posibilidades de los composites tipo GRP en la arquitectura”, añaden los arquitectos.
La marquesina sobre el muelle de carga del centro logístico se materializa mediante una estructura autoportante con doble curvatura en voladizo de 340 metros cuadrados sin juntas, siendo hasta la fecha, la pieza más grande del mundo fabricada con la última generación de composites con nanotecnología de grafeno, además de ser la primera aplicación en el sector de la construcción que utiliza esta tecnología de carbono en la matriz polimérica.
“La sede de Gazechim Composites Ibérica en España es la demostración de que una construcción más inteligente es posible, enfatizando aspectos tan importantes como resistencia, perdurabilidad, vanguardia y sostenibilidad. El empleo del grafeno mejora las propiedades mecánicas de los composites, así que no hay duda de que estamos ante dos materiales que son presente y futuro en muchos ámbitos, y la idea era poder materializarlo”, explica Miguel Ángel Medina, director de Gazechim Composites Ibérica.
La sede de Gazechim Composites Ibérica se suma a la nueva tendencia arquitectónica participada de la experiencia de la ingeniería naval y aeronáutica, para dar lugar a una nueva arquitectura como ya han hecho en otros proyectos donde han participado, sin renunciar a la habitabilidad y la funcionalidad que requiere un espacio laboral.
Los materiales poliméricos por sí solos no proporcionan suficiente resistencia, por eso se necesita un refuerzo que le aporte rigidez.
La fibra de vidrio combinada con un polímero fue la primera gran estructura fuerte y ligera documentada en la historia de los materiales. Este fue el comienzo de la industria de los composites de tipo GRP.
En este proyecto el grafeno se ha incorporado a la fórmula para potenciar las características de la resistencia, obteniendo una construcción tan robusta como ligera.
Este diseño solo ha sido posible gracias a la alta relación resistencia - peso de los composites, maximizada mediante el uso del núcleo de PET 100% reciclado Kerdyn ™ Green, con excelentes propiedades mecánicas y menor huella de carbono, contribuyendo además en este caso, a la reutilización de más de 12.000 botellas PET que han sido desviadas de nuestros océanos.
El proyecto incluye otros elementos nanomodificados con grafeno, como los 880 metros lineales de perfiles de GRP distribuidos a lo largo de la fachada de las oficinas, formando un sistema de lamas diseñado exprofeso para optimizar la respuesta energética del edificio frente a la radiación solar.
El diseño interior de las oficinas explora la convivencia armónica entre los materiales nobles tradicionales, junto a los materiales compuestos de última generación. En contrapunto a la imagen exterior del edificio, se ha empleado una paleta de materiales cálidos, conjugando los revestimientos de piedra natural, madera, vidrio y piezas porcelánicas de gran formato, además del empleo de pintura natural con grafeno.
Krion de Porcelanosa, McBath y Levantina, son algunos de los partners que han participado para vestir el interior con revestimientos, encimeras de baño y mobiliario, piezas clave donde es posible apreciar el ADN de Gazechim.
La escalera principal del edificio se convierte en el elemento escultórico que da la bienvenida y conecta con la planta superior. Su barandilla está resuelta mediante Krion, consiguiendo planos curvos sin juntas.
Distribuciones sencillas y espacios amplios, donde las texturas de los materiales y la luz natural son los protagonistas, generando entornos de trabajo agradables y cómodos, bajo un ambiente natural y una atmósfera saludable.