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El hotel MiM Mallorca es un equipamiento hotelero de la isla balear que tiene certificación LEED V4. La ha conseguido tras la reforma integral del edificio aplicando criterios de construcción sostenible y apostando por materiales de construcción que reducen la contaminación del aire interior como la pintura Titanlux Cobertura Total Protect, “que además de gran cubrición y lavabilidad, elimina las bacterias y previene la aparición de moho y es COV A+ por su baja emisión de sustancias volátiles nocivas”, aseguran desde la empresa.
EL Hotel MiM Mallorca se ubica en la localidad costera de S’Illot / Playa Sa Coma. Para su reforma se fomentó el uso de productos y soluciones que estuvieran sometidos a certificaciones y cumplimiento de normativas que verificasen cómo sus prestaciones repercutían positivamente en el confort y la salud de los usuarios del edificio donde se aplicaban. “Es por esta razón que para los revestimientos interiores se optó por Titanlux Cobertura Total Protect, una pintura de alta lavabilidad que cumple con la nombra UNE-EN ISO 16000-1:2006 en relación con la medición de presencia de contaminantes del aire interior”, explican.
Con la aplicación de esta pintura vinílica en todas las zonas comunes y en las habitaciones del hotel MiM Mallorca, se ha logrado mejorar la calidad del aire interior y reducir las concentraciones de contaminantes químicos que puedan dañar la salud de las personas. Esto se debe a que es un recubrimiento bajo emisivo de COV (compuestos orgánicos volátiles) y a que contiene un conservante anti-moho que evita su crecimiento en las superficies pintadas. Además, no genera olores que podrían ser molestos para los huéspedes.
La certificación LEED que ha obtenido el Hotel MiM Mallorca es un sistema de evaluación de edificios sostenibles, desarrollado por el US Green Building Council, implantado en el año 1993, y que actualmente tiene edificios certificados en más de 30 países.
Entre las medidas que se aplicaron para conseguir este sello ambiental están: apostar por la iluminación led con detectores de movimiento y reguladores de intensidad de luz en zonas comunes; instalar placas solares fotovoltaicas que permiten un autoabastecimiento del 10%; recuperar el frío industrial para el abastecimiento del SPA; y, finalmente, plantear una cubierta del edificio con un índice de reflectividad solar alto para disminuir la demanda térmica del equipamiento. Asimismo, en los acabados exteriores e interiores del hotel, hay un predominio de blanco.
Esto se debe a que estas tonalidades favorecen la reducción del efecto isla de calor y así minimizan los efectos del calor sobre el edificio y mejoran el confort de las personas que están en su interior. Se estima que con estas medidas el hotel conseguirá un ahorro energético global superior al 27% y un ahorro de agua superior al 20% respecto un establecimiento hotelero equivalente según el estándar de la certificación de sostenibilidad americana LEED.