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El Instituto de Tecnología Cerámica, ITC, junto con la Universitat Jaume I de Castellón trabajarán, a partir de octubre, en el proyecto europeo Forge, que aborda los problemas de degradación de la superficie de los materiales en entornos industriales.
Forge se centra en los problemas clave de la corrosión de los componentes metálicos, la fragilidad de algunos de ellos, la erosión y la descomposición térmica a temperaturas pirolíticas, entre otros.
Lo que se pretende, informan desde el ITC, es proporcionar un nuevo marco, basado en el conocimiento, para diseñar materiales complejos desde el punto de vista de su composición, que pueden ser, por ejemplo, tanto aleaciones como composiciones cerámicas hechas “a medida”, con la combinación necesaria de dureza, tenacidad, impermeabilidad a los gases y/o resistencia a la corrosión, entre otros, a fin de satisfacer las necesidades específicas actuales y futuras en un entorno de procesamiento individual con uso intensivo de energía.
Para ello, está previsto desarrollar una metodología para diseñar revestimientos óptimos, de alto rendimiento, capaces de resistir un conjunto específico de mecanismos de degradación, además de definir el mejor método para aplicarlos, por ejemplo, en el caso concreto del sector cerámico, en el desarrollo de recubrimientos refractarios para hornos de cocción cerámica.
En este sentido, el ITC y de la Universitat Jaume I participan como usuarios finales para definir los requisitos de los nuevos materiales, testearlos en entorno real y caracterizar el daño que sufren con el tiempo, tanto a escala laboratorio, como en la industria cerámica a tiempo real.
El Programa Europeo Horizonte 2020 en el marco de la Convocatoria Leardership in Enabling and Industrial Technologies bajo la referencia 958457-Forge, está dirigida al desarrollo de nuevos materiales de revestimiento para un futuro industrial sostenible. Está coordinado por la pyme italiana MBN Nanomateralia SPA.