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El Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña, ITeC, a falta de datos concretos, realiza una valoración acerca de cómo afectará la crisis del Covid-19 en la construccióny advierte que "no se debería descartar un sector construcción contrayéndose a doble dígito" en este 2020.
El ITeC, a partir de la experiencia vivida en crisis anteriores, cree que las previsiones que hablan de descensos del entre -7 y -9% para 2020 y repuntes entre 4,5% y 6% para 2021 pueden quedarse cortas. "Cuando en España el ciclo económico es expansivo, la construcción es capaz de crecer por encima del PIB, pero después ofrece menos resistencia a caer cuando el ciclo revierte. Aplicando este principio, no se debería descartar un sector construcción contrayéndose a doble dígito en 2020", mantienen desde la organizaicón.
No obstante, los expertos consideran que hay que tener en cuenta varios aspectos para realizar una aproximación a lo que pasará. Estos factores los clasifica de la siguiente manera:
En opinión del ITeC, el gasto público priorizará las ayudas y subsidios para reducir el "daño permanente" al tejido productivo. Sin embargo, "se hace difícil imaginar un escenario de eclosión de la obra pública en España".
Como resultado del ajuste de la producción a la demanda de los últimos años, el stock de vivienda y activos no residenciales "son razonablemente asumibles, salvo que la crisis sanitaria se enquiste", apuntan. "En todo caso, nada que ver con la dramática “digestión del ladrillo” que forzó la creación del Sareb en 2012", añaden.
Por otra parte, los expertos en contrucción señalan que "la parálisis total de la construcción se ha limitado a dos semanas para la obra privada de nueva planta. Teniendo en cuenta que fácilmente podrían haberse esgrimido razones sanitarias para prolongar la ´hibernación´, una buena parte del sector ha conseguido esquivar el grueso del impacto por inactividad".
Por último, se hace mención a los cambios en el comportamiento de la población, "menos predispuesta a viajar", lo que "repercutirá en la construcción dedicada al ocio, en la vivienda vacacional y en la orientada a los jubilados de terceros países. Pero también es posible que algunas familias opten por corregir los déficits de confort en sus viviendas que se han manifestado durante el confinamiento", una señal esperanzadora según los expertos del sector.
Finalmente, habrá que estar atento a las señales del mercado inmobiliario. En este sentido, se confía en una reacción relativamente vigorosa, dado que "ahora seguirá habiendo financiación, a diferencia de la crisis anterior", aunque desigual, "se buscará de nuevo la seguridad de los activos ‘prime’", señalan. "Que la demanda inmobiliaria no se derrumbe es crucial para el sector construcción, porque tal como se demostró en 2014-2015, no habrá recuperación de la edificación hasta que no se recupere el inmobiliario", concluyen.