Empresas Premium
El Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña ha emitido un comunicado con las conclusiones de un estudio en el que han participado expertos de distintas áreas de la construcción e ingeniería, entre los que se encontraba un representante de Tecnifuego del área de protección pasiva.
Se considera importante actuar en dos frentes diferentes:
1. Fortalecimiento de la cultura de la seguridad. Entendiendo este concepto como la percepción colectiva del riesgo y la prevención. En algunos países como EE. UU. y Reino Unido, forma parte de sus prioridades a nivel educativo y cultural. En España, sigue siendo un tema poco relevante.
2. Propuesta de modificaciones del marco normativo
Los requisitos para fachadas en el CTE deberían adaptarse a las diferentes tipologías de edificios, atendiendo especialmente a su altura y la dificultad que presente tanto su evacuación como el acceso de los equipos de bomberos.
Para edificios de gran altura (EGA) o de difícil acceso para bomberos, donde puede quedar comprometida su intervención y poner en peligro la evacuación de los ocupantes, se debería garantizar una propagación lenta y limitada del fuego y los humos tóxicos que genera. Para este fin se propone:
a. Limitar la utilización de materiales y productos a aquellos no combustibles, como máximo, A2-s1, d0, con el objetivo de reducir al mínimo la emisión de humos y la propagación por caída de gotas.
b. Equipar las cavidades de aire de las fachadas ventiladas con barreras cortafuegos verticales y horizontales, con el objetivo de limitar la propagación por efecto chimenea que se produce en su interior. Para edificios no considerados EGA y de fácil acceso para bomberos, los requerimientos pueden ser menos estrictos. Se propone lo siguiente:
a. Limitar la utilización de materiales y productos a aquellos con una combustibilidad baja y contribución al fuego limitada, como máximo, B-s2, d0, con el objetivo de reducir la emisión de humos y evitar la caída de gotas.
b. En aquellas fachadas que soportan vías de evacuación, limitar la utilización de materiales y productos a aquellos no combustibles, como máximo, A2-s1, d0.
c. Equipar las cavidades de aire de las fachadas ventiladas con barreras cortafuegos verticales y horizontales, con el objetivo de limitar la propagación por efecto chimenea que se produce en su interior.
Incluir en la regulación casos especiales destacados en la propagación de incendios por el exterior, como es el caso de los patios de luces y patios interiores de manzana. Tratar estos como fachada y dada la dificultad de acceso a estos espacios de los equipos de bomberos, limitar la utilización de materiales y productos a aquellos no combustibles, como máximo, A2-s1, d0.
En cuanto a los ensayos de certificación, es evidente que existe preocupación a nivel europeo por definir el ensayo a gran escala armonizado. A nivel nacional, será muy importante trabajar en el ajuste de estas pruebas en los reglamentos locales vigentes. Estos ensayos a gran escala permitirán clasificar de forma correcta los materiales en cuanto su contribución al fuego: reacción, resistencia y propagación. Se hace necesario en algunos casos los ensayos a escala real porque
En relación con la toxicidad, teniendo en cuenta su relevancia en el elevado porcentaje de víctimas de incendios, la normativa debería aplicar diferentes criterios según los usos y características del edificio. Este aspecto es especialmente crítico en los edificios con ocupantes más vulnerables y en edificios de gran altura o en edificios antiguos rehabilitados, donde la evacuación puede presentar mayores dificultades”.