Empresas Premium
La unión Europea ha dictaminado que, a partir de 2020, todos los edificios de nueva construcción deberán ser de consumo casi nulo. Uno de los motivos de que se produzcan este tipo de construcciones es el ahorro económico y energético en calefacción.
Los expertos de Sto, compañía alemana especializada en la elaboración de elementos y soluciones constructivas, han explicado las principales características de este modelo de edificación. Entre ellas está el diseño bioclimático, lo que tiene en cuenta la energía del sol, los grandes ventanales y el clima. La vivienda debe ser transpirable y tener baja conductividad, una alta resistencia térmica, fibras amortiguadoras y absorbentes de ruido, es decir, un aislamiento térmico. De la misma manera que debe contar con carpinterías de altas prestaciones, como una buena transmitancia térmica. Otras de las particularidades es el uso de energías renovables y de componentes alternativos como lo son materiales sostenibles y tecnología.
Mientras se van habilitando las viviendas de consumo casi nulo, existen distintas alternativas para lograr una disminución económica y energética de los sistemas de calefacción tradicionales. Los expertos de Sto han expuesto algunas con motivo de la celebración del Día Mundial del Ahorro de Energía, el 21 de octubre. Una de las opciones la aplicación de reguladores de temperatura, con el objetivo de no superar los 21 ºC durante el día, ni baje de los 17 ºC por la noche. En caso de tratar de un termostato inteligente, las cifras pueden llegar al 35%- 40%.
El ahorro en calefacción se puede reducir un 30% con la instalación de cerramientos de calidad, optando por ventanas con rotura de puente térmico y vidrio doble con cámara de aire intermedia. Si se apuesta por la materia orgánica como estufas o calderas de biomasa, se calcula que suponen un ahorro económico de entre un 40% y un 50% respecto a las calderas que funcionan con gas ciudad o combustibles derivados del petróleo. Otra de las alternativas es emprender hábitos de ahorro como el purgado de radiadores, la revisión periódica de la caldera, evitar calentar habitaciones vacías, no cubrir los sistemas de calefacción con muebles o ropa, colocar paneles reflectantes entre la pared y el radiador o cerrar persianas y cortinas por la noche para no se escape el calor. Estos consejos permiten reducir la factura entre un 10% y un 40%.