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Rockwool, fabricante de lana de roca y proveedor de sistemas, ha participado en el proyecto de las nuevas oficinas del BBVA de Madrid. Se trata de un proyecto diseñado por el estudio internacional Herzog & de Meuron con la directa colaboración de Ortiz León Arquitectos. La empresa instaladora del complejo es Permasteelisa y el instalador RedArt encargado del proyecto Actener.
Según Lucas Camacho de Actener, la idea de las nuevas oficinas del BBVA de Madrid, era aislar una superficie en la evolvente del edificio con una geometría compleja de gran extensión, para ello se seleccionó el Sistema RedArt de Rockwool como la solución más adecuada. En este proyecto, una de las ventajas principales ha sido la adaptabilidad al soporte del Sistema RedArt, ya que los paneles Rocksate Duo permiten una perfecta adaptación del sistema a la curvatura de la superficie del soporte. Se ha utilizado aislamiento de lana de roca Rocksate Duo de doble densidad de un espesor de 80 mm en todo el aislamiento exterior.
La fachada está formada por grandes elementos de vidrio transparente con cámara de aire y baja reflectividad protegida por 1.800 lamas exteriores. Éstas actúan de filtro solar impidiendo la irradiación del sol dentro de las oficinas y disminuyendo la carga de calor en el interior. Las altas prestaciones de estos vidrios y lamas minimizan las pérdidas y ganancias de energías no deseadas a través de la fachada. El edificio tiene una superficie acristalada de 49.000 m² permitiendo que el 90 % del interior tenga luz natural y generando un gran ahorro energético.
El Sistema RedArt tiene en su núcleo lana de roca Rockwool, un material incombustible con un punto de fusión superior a los 1.000ºC, clasificado como A1 en las Euroclases. Gracias a esto, el Sistema RedArt actúa como una barrera cortafuego y mejora la resistencia al fuego de los elementos constructivos.Además, protege contra la contaminación acústica proveniente del exterior, proporcionando confort a los habitantes del edificio. Asimismo, gracias a la estructura fibrilar abierta de la lana de roca, aporta a la fachada resistencia al envejecimiento, resistencia al cambio de temperatura y transpiración, prestaciones que perduran durante toda la vida útil del edificio.
En la nueva Ciudad BBVA se ha logrado una reducción de un 30% del consumo energético. Además, se ha reducido a la mitad el consumo de agua potable y se recicla el 100% de los residuos. Desde que comenzó a construirse la Ciudad BBVA, se han seguido los criterios de sostenibilidad necesarios para conseguir el certificado LEED Oro.