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“No queremos que esta vivienda sea tan oscura, fue su primer y principal deseo”, explican desde Castroferro Arquitectos. La configuración del dúplex con 15 m de profundidad y 5,50 m de ancho en planta baja y sólo 3 m en planta alta, unido a la compartimentacioón inicial que giraba en torno a pasillos y distribuidores ciegos, “nos hacía entender con más claridad el deseo de querer vivir con más luz”. Aquí nos relatan cómo lo hicieron.
Nuestra propuesta fue intercambiar la posición de casi todas las funciones de la vivienda, poniendo en contacto usos cuyos límites se pudiesen eliminar y así evitar obstáculos para la luz. En la planta inferior, en su fachada oeste, situamos la zona de día y la cocina, antes relegada a la otra fachada, uniendo las zonas de comedor, lectura y estar.
El sistema Rollglass permite colocar la corredera de conexión entre la cocina y el comedor entre dos vidrios fijos, creando un plano completo de vidrio de suelo a techo que aísla la cocina, o la conecta al comedor, según se desee.
Dejamos así para la fachada este, a patio de manzana, las dos habitaciones de los hijos, separadas entre ellas y con respecto a la zona de día con paneles móviles que permiten unirlas y convertirlas en un único espacio que se puede a su vez integrar con el resto de la vivienda.
El sistema Slid crea la sensación de tabique móvil gracias a su sistema Top Retrac, que posibilita ver sólo panel de suelo a techo.
El nivel superior, al ubicar en la planta baja una de las habitaciones que antes se situaba arriba, se resuelve sin divisiones estrictas, ya que en él sólo estará el matrimonio con su dormitorio, un vestidor y un pequeño estudio. De ese modo, una serie de paneles correderos permiten filtrar la privacidad en cada momento del día, pudiendo disponer de los 15 metros de profundidad sin obstáculos.
