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El arquitecto alemán Frei Otto, pese a haber fallecido hace escasos días, pudo sentir la satisfacción que supone recibir el Premio Pritzker de Arquitectura, pues la Fundación Hyatt se lo comunicó a principios de año. “Otto fue un arquitecto, visionario, utópico, ecologista, pionero de materiales ligeros, protector de los recursos naturales y colaborador generoso con arquitectos, ingenieros y biólogos, entre otros”, elogian desde la Fundación.
Su presidente, Tom Pritzker, destacó que el jurado tenía muy claro que la carrera de Frei Otto supone un modelo para generaciones de arquitectos y su influencia seguirá siendo importante por mucho tiempo. “La noticia de su muerte es muy triste, sin precedentes en la historia del premio. Estamos agradecidos de que el jurado le otorgara el premio mientras estaba vivo. Afortunadamente, después de la decisión del jurado, los representantes del premio viajaron a la casa de Otto y pudieron reunirse con él para darle la noticia en persona”.
El jurado del Pritzker de Arquitectura comunicó a Frei Otto el premio a principios de este año. "Estoy muy contento de recibir este premio, aunque nunca haya hecho nada para ganarlo. Mi idea arquitectónica fue diseñar nuevos tipos de edificios para ayudar a las personas pobres, especialmente después de los desastres naturales y las catástrofes. Por ese motivo, ¿qué podría ser mejor para mí que ganar este premio? Voy a utilizar todo el tiempo que me queda para seguir haciendo lo que he estado haciendo, que es ayudar a la humanidad. Soy un hombre feliz".
Otto practicó un enfoque holístico y de colaboración con la arquitectura. Trabajó con ecologistas, biólogos, ingenieros, filósofos, historiadores, naturalistas, artistas y otros arquitectos. Profesor distinguido y escritor, fue pionero en el uso de estructuras como tiendas de campaña ligeras modernas para múltiples usos. Creía que es necesario hacer un uso eficiente y responsable de los materiales y que la arquitectura debe tener un impacto mínimo en el medio ambiente. “Frei Otto era un utópico que nunca dejó de creer que la arquitectura puede colaborara a construir un mundo mejor”, destacan desde la Fundación Hyatt.